Popularidad creciente
El Gobierno de Brasil comienza a ver las salidas extemporáneas del presidente del Parlamento, Severino Cavalcanti, con preocupación, sobre todo desde que la formación de Cavalcanti, el conservador Partido Progresista, ha dejado caer que, dada la popularidad que está adquiriendo su líder, podrían presentarlo como candidato a las elecciones presidenciales del 2006. Sin duda no las ganaría, pero recogería muchos votos entre las clases más populares que podrían complicar la reelección del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el primer turno.
Dolido con su partido por sus divisiones internas, Lula se sigue quejando de que dichas divisiones han sido la causa tanto de haber perdido la presidencia del Parlamento como de la aparición de Cavalcanti, ese personaje folclórico, pero imprevisible y políticamente peligroso.
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