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Los sindicatos proponen que las empresas den prioridad a la mujer en los contratos

UGT y CC OO quieren que los incentivos al empleo tengan en cuenta la temporalidad

Lucía Abellán

Aumentar el nivel de empleo de la mujer es uno de los principales retos del mercado laboral español. Con este convencimiento, los sindicatos Comisiones Obreras y UGT propugnan dar prioridad a la contratación de mujeres cuando exista "igualdad de méritos" con el hombre. Esta medida, incluida en la propuesta sindical para la reforma del mercado de trabajo, se aplicaría en las categorías y actividades donde la mujer esté subrepresentada. Las centrales piden también condicionar los incentivos a la contratación que reciben las empresas a su volumen de temporalidad.

Los sindicatos presentaron ayer sus ideas conjuntas para la reforma laboral que el Gobierno pretende abordar este año. CC OO y UGT entregarán este documento en la próxima reunión de la mesa tripartita constituida por Gobierno, patronal y sindicatos para abordar la reforma. En principio las partes se fijaron como meta alcanzar un acuerdo en junio, pero ayer los secretarios generales de ambas organizaciones, Cándido Méndez, de UGT, y José María Fidalgo, de CC OO, aseguraron que la prioridad es que esté culminado para otoño, con tiempo para reflejar las posibles repercusiones en los Presupuestos del Estado para 2006.

Las propuestas sindicales, encaminadas a la reducción de la temporalidad laboral, que afecta a casi un tercio de los trabajadores, se centran en dos colectivos fundamentales, la mujer y los jóvenes. Para fomentar el empleo femenino, el documento propone que las empresas den prioridad a la mujer en las actividades económicas y en las categorías profesionales donde esté subrepresentada (es decir, en la mayoría) siempre que exista igualdad de méritos con el hombre. La prioridad también se producirá en los ascensos.

Planes de igualdad

Los sindicatos pretenden además que las empresas elaboren planes de igualdad que velen por esos aspectos. Estas demandas para la reforma laboral van en la línea de lo previsto por el Gobierno en su Ley de Promoción de la Igualdad, ahora en fase de borrador. Y es que la temporalidad entre las mujeres ha crecido 10 puntos en los últimos ocho años, frente a 3,5 puntos en los hombres. Y la tasa de paro femenina (14,39%) duplica la masculina (7,55%).

Otro elemento sobre el que UGT y CC OO quieren incidir es el sistema de bonificaciones a la contratación. Los sindicatos piden que esos incentivos fiscales se destinen "exclusivamente a la contratación indefinida inicial", sean limitados en el tiempo y se vinculen al nivel de temporalidad. Es decir, si una empresa tiene una tasa elevada de trabajadores eventuales no debe recibir bonificaciones a la contratación porque se considera que no está contribuyendo al objetivo de atajar la temporalidad.

En cuanto a modificaciones legales, las centrales plantean redefinir el contrato por obra y servicio (una fórmula temporal vinculada a una determinada obra que en la práctica se utiliza para cualquier tipo de trabajo). El objetivo es "evitar que sea un contrato comodín", en palabras de Fidalgo, de forma que la ley especifique que su uso está limitado a necesidades coyunturales, no a relaciones laborales permanentes. Los dos líderes sindicales rechazaron la propuesta de la patronal CEOE de crear un nuevo tipo de contrato de duración determinada más estable que los eventuales ordinarios, similar a los del sector del automóvil. Méndez lo consideró "una ocurrencia de mal gusto".

También se persigue una reformulación de las contratas y las subcontratas con el objetivo de que la empresa principal no eluda su responsabilidad en la actividad de las subsidiarias.

El éxito de estas medidas pasa por reforzar la inspección de trabajo, opinan los sindicatos, pues el principal foco de temporalidad se produce porque la ley se infringe. Aumentar las garantías del contrato a tiempo parcial, elevar la protección por paro y potenciar los servicios públicos de empleo completan la propuesta.

Los sindicatos confían en reducir la temporalidad un 3% anual en los próximos ocho años, según Méndez. "El problema de la temporalidad no es de estructura económica, sino de cultura empresarial", señaló. Fidalgo instó al Gobierno a que se implique en la reforma en lugar de ejercer de árbitro entre patronal y sindicatos: "En esta mesa estamos tres bancos, no dos".

Méndez (izquierda) y Fidalgo, durante la presentación de sus propuestas para la reforma laboral.
Méndez (izquierda) y Fidalgo, durante la presentación de sus propuestas para la reforma laboral.EFE

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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