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Bono acusa al PP de practicar una doble moral con las ventas de armas a Venezuela

El ministro revela que Aznar suministró a Chávez pistolas, granadas y munición antimotín

Miguel González

El ministro de Defensa, José Bono, denunció ayer el "criterio mudable" del PP sobre Venezuela tras revelar que, entre 2000 y 2003, cuando José María Aznar gobernaba y Hugo Chávez ya era presidente, España vendió a aquel país 6.000 pistolas, 631 granadas de mortero, 600.000 cartuchos antimotín, chalecos antibala, cascos o escudos. "Desde 2003 hasta aquí la situación no ha debido variar tanto", ironizó Bono, aludiendo a Mariano Rajoy, que ha calificado de "error monstruoso" la venta de armas a Venezuela y que era vicepresidente del Gobierno hasta septiembre de 2003.

El PP quería una comparecencia conjunta de los ministros de Exteriores y Defensa, pero el Gobierno decidió que acudiese Bono en solitario y lo hiciera en plena resaca electoral vasca, poniendo así sordina a la polémica. Sin embargo, Bono demostró que andaba sobrado de argumentos para contrarrestar las críticas a la venta a Venezuela de ocho patrulleros (cuatro oceánicos y cuatro costeros), dos buques asfalteros y un Panamax (petrolero) de los astilleros públicos Navantia; así como diez aviones de transporte y dos de patrulla marítima de la división española del consorcio aeronáutico europeo EADS.

Frente a la acusación de que este acuerdo incumple el Código de Conducta de la Unión Europea, citó a Suecia, Bélgica, Austria, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Polonia y Hungría, así como al propio Estados Unidos, entre los vendedores de armas a Venezuela.

"Hay países que se alarman de que España venda determinados productos no por razones morales, sino porque quisieran venderlos ellos", aseguró.

Y mencionó a Marruecos, Irán, Turquía, Pakistán, Cuba o Myanmar (antigua Birmania) -dos países estos últimos a los que acaba de condenar la Comisión de Derechos Humanos de la ONU- entre las naciones a las que España vendió armamento bajo los Gobiernos de Aznar. "¿Sólo les preocupa Venezuela?", preguntó a los diputados del PP. "¿No les preocupan otros países de la lista?".

Bono pidió a la oposición que no sea "más papista que el Papa" y deje de alegar que la venta a Venezuela supone una amenaza contra Colombia cuando el propio presidente de este país, Álvaro Uribe, declaró lo contrario en la cumbre del pasado 29 de marzo con Chávez, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y José Luis Rodríguez Zapatero.

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El ministro reprochó al PP que, a través de su eurodiputado Guillermo Galeote, intente que la UE obstaculice la venta de buques y, a la vez, presente una moción en la Diputación Provincial de A Coruña en la que pide que estos barcos se construyan en los astilleros de Ferrol.

Bono se preguntó si debe atenderse a los líderes nacionales del PP o a los representantes de las localidades y trabajadores afectados y agregó que el secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, le llamó para expresarle su apoyo, mientras que UGT difundió un comunicado.

Parafraseando a Rajoy, Bono dijo que no iba a calificarlo de "error monstruoso" o "irresponsabilidad absoluta", pero explicó que, en diciembre de 1999, un año después de la victoria de Chávez, Izar contrató con la Marina venezolana un patrullero cuya financiación se aprobó en enero de 2000 en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, aunque la operación no fue adelante porque Venezuela alegó "catástrofes naturales".

También se extendió en la operación, igualmente frustrada, de venta a Colombia de 41 carros de combate AMX-30 y 20 obuses de artillería de segunda mano "en buenas condiciones materiales y de precio". Los contratos se firmaron en diciembre de 2003, pero las inspecciones realizadas en febrero del año siguiente determinaron que, de los 53 tanques en inventario, sólo 19 estaban parcialmente operativos, sujetos a reparaciones mayores, mientras que de los 32 obuses disponibles, sólo uno funcionaba.

Los técnicos aconsejaron suspender el contrato, explicó el ministro, pues no había repuestos, ni siquiera en Francia, país fabricante de los tanques, y ponerlos operativos costaría 2.050.000 euros, más del doble de lo que pagaba Colombia.

Frente a los reproches por actuar como agente comercial de la industria de armamento, recordó que la Revisión Estratégica de la Defensa, aprobada por el PP, afirma que "únicamente el apoyo del Ministerio de Defensa puede permitir el mantenimiento a largo plazo en el exterior de las industrias españolas de Defensa".

"No llevo catálogo, pero siempre que puedo arrimo el ascua a la sardina española", alegó, tras recordar que eso hacen otros mandatarios extranjeros, "incluso jefes de Estado".

El portavoz del PP, Fernando López Amor, dijo que la operación era "una percha para hacer posible una cumbre con Zapatero", mientras Josep Maldonado, de CiU, advirtió de que la democracia en Venezuela, "pende de un hilo". Jesús Cuadrado, del PSOE, señaló que los aviones y barcos "no son armas" como las pistolas o granadas vendidas por Aznar.

José Bono, ayer en el Congreso.
José Bono, ayer en el Congreso.EFE

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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