Los políticos, en segundo de bachillerato

Un instituto organiza para sus alumnos de segundo de Bachillerato un viaje a un pueblo abandonado, en el que sólo quedan dos ancianos. Recorren sus calles de tierra, visitan sus casas derrumbadas, su iglesia derruida. Hablan con los ancianos. Tienen que averiguar dónde se marcharon todos los vecinos, por qué abandonaron sus casas y sus tierras y se fueron. ¿Dónde están ahora?

Me gustaría que un día los políticos hicieran este mismo ejercicio y recorrieran uno de esos pueblos de la España olvidada: Teruel, Soria, Zamora, Salamanca, Cáceres... y se preguntaran qué fue de los habitantes que un día vivieron allí y por qué se marcharon. Todos hablarían de la miseria, de la pobreza, de la huida de varios millones de personas. Pero ninguno hablaría de que el último éxodo rural fue diseñado por el franquismo, anulando cualquier atisbo de inversión en el campo. Ninguno hablaría de que esas personas fueron la fuerza de trabajo barata que alimentó el desarrollo, que fueron las divisas centroeuropeas que financiaron los medios de producción y el despegue económico, no en sus tierras de origen sino en las zonas industriales que el Estado diseñó: Cataluña, País Vasco y Madrid. Ni que muchos de ellos fueron expulsados manu militari para inundar sus tierras y producir la energía que alimentaría las ciudades y fábricas vascas, mientras que los que se quedaban se alumbraban con candiles.

Fuerza de trabajo, medios de producción, energía, financiación, plusvalías. Todos son conceptos de segundo de Bachillerato. Todos son deudas económicas que la España rica que defienden Maragall e Ibarretxe tiene con la España olvidada. No estamos hablando de la solidaridad limosnera de la que hablan los nacionalistas e IU. ¿Cuánto aporta un trabajador al crecimiento económico de un país?, ¿cuál es el coste económico de vaciar regiones enteras de sus gentes? Estamos hablando de muchos millones de euros, de reequilibrio territorial y de justicia histórica. Sin duda, un suspenso en segundo de Bachillerato para todos aquellos que quieren desconocer nuestra historia económica.