"La nueva cualificación profesional tendrá efectos laborales"
Consuelo Vélaz de Medrano, doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid, fue una de las artífices de la preparación del documento de la presidencia española de la UE en materia educativa entre 1994 y 1995. Con una larga trayectoria docente, científica y académica -profesora titular de la UNED y presidenta de la Asociación Madrileña de Orientación y Psicopedagogía-, Vélaz se ha centrado en el estudio del fracaso escolar y el diseño de propuestas para combatirlo, que han sido atendidas por el Ministerio de Educación al elaborar su anteproyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE).
Pregunta. La LOE plantea otra reforma para corregir el "desfase" entre lo que se debería saber y enseñar en un mundo globalizado. ¿Cuántas reformas harán falta?
Respuesta. Para muchos niños y jóvenes el currículo es una barrera insalvable. El programa escolar de la LOCE era desproporcionado en la cantidad de contenidos, carecía de coherencia interna, además de ausencias significativas -especialmente en el ámbito de las actitudes y valores- y reiteraciones innecesarias. Pero, sobre todo, no se ajustaba a lo que la Unesco o la OCDE consideran los "saberes y competencias básicas" que un ciudadano debe adquirir para convivir, comprender, aprender e incorporarse a la vida activa en un mundo complejo y cambiante.
P.¿Habría que crear una comisión de expertos independientes para reformar los programas escolares?
R. En principio, la idea me parece bien. Pero la comisión debería evitar caer en academicismos y realizar un planteamiento funcional sobre los "saberes y competencias básicas". La LOGSE se inspiró en la psicología del aprendizaje centrada en "enseñar a aprender", pero el futuro requiere de un currículo basado en consideraciones sociológicas y pedagógicas que conecten las "enseñanzas educativas" con el "saber convivir" y el "saber hacer".
P. ¿Qué medidas urgentes plantea la ley contra la exclusión escolar y social?
R. Las últimas estadísticas del ministerio, de 2003, estiman que un 20% de jóvenes entre 18 y 24 años en busca de su primer trabajo se hallan en esta situación de abandono educativo temprano y sin seguir ningún programa formativo. La LOE incorpora dos medidas de alcance, si se desarrollan bien. Recupera y anticipa al 3º de ESO los programas de diversificación curricular [programas adaptados a las capacidades del alumno], que han demostrado ser muy útiles para los chicos desmotivados o con cierto desfase curricular. Y crea los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) para jóvenes sin título entre 16 y 21 años. Esto supone un salto cualitativo de doble calado: porque el ministerio otorgará una acreditación académica con efectos laborales, que será reconocida por el Ministerio de Trabajo para la incorporación laboral, facilitando además la obtención voluntaria del título de ESO para volver a retomar los estudios. Con los PCPI se crea el nivel 1 de cualificación profesional, que no existía, con efectos académicos y laborales muy importantes.
P.]]>¿Dónde están y quiénes conforman las bolsas de fracaso?
R. Hay colectivos vulnerables debido a una combinación de desventajas o barreras como la pobreza, abandono, maltrato, falta de oportunidades o discapacidades. Pero también están en riesgo de fracaso niños con recursos pero con atención familiar deficiente. Es esencial prevenir y compensar desde la infancia y prestar mucho apoyo y orientación en las transiciones de la infancia a la adolescencia y de la adolescencia al mundo adulto. No se puede esperar al final de la ESO para confirmar el fracaso del 20% del alumnado.
