La semana récord de la lucha contra el blanqueo
La policía se ha incautado en las operaciones Ballena Blanca y Tacos de unos 300 millones de euros, más que en los cinco años anteriores
El destino ha querido que dos operaciones contra el blanqueo de capitales con resultados excepcionales salieran a la superficie en el término de apenas una semana, entre el 10 y el 20 de marzo. La operación Ballena Blanca, con epicentro en Marbella, y la operación Tacos, en Barcelona, han permitido a la policía incautar bienes y dinero por un valor de 300 millones de euros. Y han quedado al descubierto dos organizaciones que han podido blanquear más de 1.000 millones de euros en los últimos tiempos. Estas cifras superan con amplitud todo lo realizado por la policía desde el año 2000. Junto a los números apareció otro hecho significativo: la detención de siete abogados, tres notarios y media docena de empresarios.
Los investigadores calculan que las dos redes han blanqueado 1.000 millones de euros
Los bancos informaron de unas 50.000 transacciones sospechosas en 2004
La experiencia policial en materia de lucha contra el blanqueo de capitales es relativamente reciente como lo indica el hecho de que hasta 1994 no se creara la Brigada de Delincuencia Económica y Financiera, dependiente de la Comisaría General de Policía Judicial. "Aquí, en España, hasta esa fecha no se detuvo a nadie por blanqueo, ni se practicaban investigaciones patrimoniales, ni se contemplaba policialmente el aspecto económico del crimen organizado", comenta un responsable de esta brigada. Las primeras experiencias se limitaron a la investigación patrimonial de los narcos gallegos, pero el trabajo se ha sofisticado en los últimos tiempos. "Con el tiempo, hemos visto cómo de un blanqueo artesanal se ha ido pasando a organizaciones especializadas", dice el experto. El trabajo en esta materia es enorme: el último año, los bancos enviaron alrededor de 50.000 comunicaciones sobre transferencias dudosas y cerca de 2.000 operaciones sospechosas.
No existe una cifra mágica que explique la magnitud que pueda tener este delito en España. "Cualquier cifra es engañosa tanto para España como para Europa. Lo han intentado durante años organismos especializados y no han tenido éxito, así que estamos ante un fenómeno cuya magnitud desconocemos", recalca el responsable policial. Las estadísticas en España desde el año 2000 ("antes no eran del todo fiables", señala) apuntan hacia un moderado progreso en el número de operaciones policiales y el volumen de lo incautado, entre los 30 millones de euros incautados en 2000 y los 59 en el conjunto del año 2004. ¿Son unas cifras elevadas en el entorno europeo? "Hay muchos países europeos interesados en pedir información a España. Se habla mucho de España, es cierto. No podemos ocultar que somos un país muy atractivo para todo tipo de inversores, los buenos y los malos, porque tenemos 40 millones de habitantes, 50 millones de turistas, millones de europeos que han fijado en nuestro suelo su segunda residencia y el sector de la construcción más dinámico de Europa".
Todas las cifras conocidas hasta el momento acaban de ser pulverizadas por dos investigaciones que han coincidido en el tiempo, la operación Ballena Blanca y la operación Tacos. Estadísticamente, España se acaba de poner con mucha ventaja a la cabeza de Europa en esta materia.
Curiosamente, no son dos operaciones parecidas, ni dos organizaciones que actuaran con los mismos procedimientos. La Operación Ballena Blanca desveló un conglomerado de más de mil sociedades cuyo objetivo era introducir dinero en España para dedicarlo a inversiones inmobiliarias. En el caso de la operación Tacos el objetivo era recaudar dinero de la droga distribuida a Europa y enviarlo por diferentes procedimientos a México. En el primer caso, la organización de blanqueo trabajaba para nueve organizaciones criminales. En el segundo, se trataba de una derivación de un grupo dedicado al tráfico de cocaína. El dinero que utilizaron circuló abiertamente por el sistema bancario español.
La operación Tacos comenzó de una forma un tanto dispersa: la policía, la Guardia civil y Vigilancia Aduanera investigaban la misma organización a partir de datos diferentes. Por un lado, alguien había observado que se estaban produciendo extrañas transacciones económicas desde España hacia México (entre ellas, la de un empresario que en poco tiempo ingresó en una cuenta 4.500 billetes de 20 euros). Por otro lado, autoridades policiales de EE UU advertían de la presencia en España de un grupo mexicano que estaba introduciendo grandes cantidades de cocaína. Llegado el momento, se decidió unificar estas investigaciones. El 14 de marzo se dio un primer paso: dos personas habían alquilado un avión procedente de Chicago para hacer un viaje al aeropuerto canadiense de Gandeer. El avión iba a despegar desde el aeropuerto de El Prat (Barcelona). Esas dos personas llevaban en unas maletas 5,5 millones de euros.
La investigación siguió su curso y no se le dio publicidad a este golpe. Sin embargo, la policía tuvo que modificar su estrategia días después, cuando sospechó de que un cargamento de cocaína llegaría a un almacén situado en la localidad barcelonesa de Rubí. El día 22 hubo que actuar: la policía detuvo a seis ciudadanos mexicanos, dos colombianos y tres españoles. En el interior de algunos cilindros de caucho, de los que se utilizan para proteger a los barcos en los atraques en puerto, apareció un total de 2.038 kilos de cocaína, una cantidad récord obtenida en tierra firme (generalmente cantidades de este tamaño son más propias de incautaciones en alta mar). En los registros apareció igualmente una suma extraordinaria de dinero: 13.716.000 euros. A esa cifra hubo que añadir cuatro millones de euros bloqueados en cuentas.
La sorpresa de los investigadores no terminó ahí. Gracias a la documentación intervenida pudieron determinar que la organización había trasportado, en distintos viajes al exterior, una cantidad de 115 millones de euros entre septiembre de 2004 y marzo de 2005. Esa misma contabilidad señalaba que se habían transferido, a través de cuentas corrientes y oficinas de cambio, otros 105 millones de euros en el mismo periodo. La organización no utilizó un entramado demasiado complejo: en este caso, les bastó con 26 sociedades domiciliadas en España, la mayoría de las cuales dedicadas al sector inmobiliario. En ese periodo, la organización distribuyó más de 4.000 kilos de cocaína.
La operación Ballena Blanca tuvo un desarrollo diferente. En este caso sí se produjo la incautación de una enorme cantidad de bienes inmuebles (251), además de aviones, obras de arte, joyas y se detectó la actividad de un número extraordinariamente alto de sociedades instrumentales, más de 1.000, con ramificaciones en paraísos fiscales y países como EE UU, Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda, Rusia y ahora Israel tras las últimas investigaciones. En los últimos días, además de dos nuevas detenciones, se han bloqueado más de dos millones de euros en cuentas: el total de efectivo supera ya los 35 millones de euros.
Ninguna de las dos investigaciones, en las que se han detenido a casi 60 personas, entre ellas siete abogados, tres notarios y más de media docena de empresarios, ofrece a los expertos alguna novedad en los procedimientos empleados, pero sí una evidencia: España es un verdadero centro del blanqueo de capitales. Eso sí, la semana fantástica de marzo asegura una estadística récord para el 2005.
El euro desplaza al dólar
La llegada del euro ha tenido sus repercusiones en el mundo del narcotráfico y, por extensión, en el crimen organizado. La moneda europea ha sido plenamente aceptada por las organizaciones criminales en sus transacciones económicas. Expertos policiales destacan que "prácticamente han desaparecido algunas figuras delictivas que trabajaban para las mafias y que se dedicaban a cambiar las monedas locales por el dolar, que era la divisa en la que se movía la delincuencia internacional". Es el caso de los famosos pitufos, gente que, en pequeñas cantidades, hacía este trabajo. "Ya no hay pitufos", declara un investigador de estupefacientes. "De hecho, hemos comprobado cómo en Colombia el euro se mueve con facilidad y en cantidades importantes".
Los expertos en delitos económicos y financieros confirman esta situación y ponen el grito en el cielo ante las recientes informaciones que se han divulgado sobre el acaparamiento de billetes de 500 euros en España. Según cifras oficiales, en España circulan 72 millones de billetes de 500 euros, una cifra que representa la cuarta parte de los billetes emitidos por el Banco Central Europeo, cifra que se ha doblado en los dos últimos años. "Esa cifra es muy alarmante y muy significativa como indicador de existencia de economía sumergida y riesgo de blanqueo de capitales. No entendemos cómo no se toman medidas al respecto y cómo es posible que haya más billetes de 500 euros que de 5 (62 millones de billetes) en circulación en España y cómo los bancos han permitido ese acaparamiento. Sabíamos que el billete de 500 euros ha desplazado al de 100 dólares en las transacciones de las organizaciones criminales en Europa, pero vemos que se están dando facilidades".
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