La oficina de rehabilitación del Carmel estará junto a la zona más afectada

La Agencia de Promoción y Rehabilitación del Carmel y Entornos, que gestionará el programa del Área Extraordinaria de Rehabilitación Integral (AERI), se situará probablemente en los bajos del edificio del Patronato Municipal de la Vivienda (PMH) de la calle de Llobregós, un bloque de viviendas destinado a las familias que vivían en el número 10 del pasaje de Calafell y perdieron sus pisos por el socavón de las obras del metro.

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, visitó ayer el barrio del Carmel y entró en algunos de las viviendas del PMH de la calle de Llobregós junto con las familias a las que se han adjudicado los pisos. Esa promoción se encuentra casi en la parte final de la calle, por encima de lo que será una de las entradas a la estación del Carmel de la línea 5 del metro.

Clos aseguró que el barrio recobrará "la seguridad, la tranquilidad y la vitalidad en dos meses", cuando se termine la cobertura de los accesos a la estación del metro. El acondicionamiento de ese espacio facilitará, en opinión de Clos, el tránsito en esta vía central del barrio y se recuperará la capacidad de articulación y construcción del barrio, ya que está delante del mercado del Carmel.

El alcalde señaló que cuando los vecinos vuelvan a sus viviendas, en los próximos días y semanas, se pondrá en marcha la agencia de promoción "para culminar los temas pendientes del anterior plan urbanístico y añadir todas las transformaciones que se tienen que hacer a causa del accidente en las obras del metro". Asimismo indicó: "Tendremos que replantear los equipamientos, zonas verdes e infraestructuras de saneamiento pendientes".

Respecto a la entrega de las viviendas a los afectados que han perdido los pisos, Clos afirmó que con ese proceso se entra "en una dinámica de resolución concreta de las cuestiones que afectan a los vecinos". El alcalde se mostró confiado en que en un plazo breve se restablezca cierta normalidad en el barrio, aunque reconoció que no todos los problemas "están resueltos".

Durante la visita, Clos atendió a varios afectados por el derrumbe que se quejaban de la falta de información y de la actuación de los políticos, "que no dan la cara", afirmaron. Personal del Ayuntamiento que acompañaba al alcalde tomó nota de las reclamaciones de los vecinos para intentar solucionarlas.

Una vecina del número 5 del pasaje de Calafell, Montserrat Molina, pidió que le cambien su vivienda, que tendrá que ser sometida a tareas de micropilotaje, por una nueva. Además aseguró que renunciaría a la indemnización si se la cambiasen porque el dinero "sólo es para callar la boca".

No todo fueron críticas. Mercedes Ibáñez, otra vecina que perdió su vivienda como consecuencia del hundimiento, explicó que está "contenta" con el piso que le han dado en la calle Llobregós: "No es como el que tenía, pero está bien, tiene mucha luz". Ibáñez añadió: "Ahora, con las llaves del piso en la mano, estoy más tranquila. Sólo espero que la próxima semana me traigan el sofá y poder instalarme allí con mis perritos".