Plensa explora la dualidad entre cuerpo y alma a través de Wilde y Salomón
El artista expone en Londres y ultima la obra 'Breathing' para la BBC
Jaume Plensa recupera textos epistolares de Oscar Wilde y el Cantar de los cantares de Salomón, en su primera gran exposición en Londres desde 1997. Exhibe en el amplio espacio de la galería Albion una serie de instalaciones y autorretratos esculturales en los que explora conceptos clásicos, como la dualidad entre el peso y la gravedad, entre el cuerpo y el alma. La muestra es el preludio de su primer encargo público en la capital británica, que dominará la azotea del nuevo edificio de la BBC a partir probablemente del próximo otoño.
Plensa (Barcelona, 1955) vive desbordado de proyectos. El éxito de su fuente Crown en el Parque del Milenio de Chicago, inaugurada el verano pasado, ha realzado el perfil internacional de este artista que persigue lo imposible en su trabajo creativo. "Busco la manera de producir silencio en una época tan ruidosa espiritualmente como la nuestra. El silencio es un anhelo del hombre, algo que no existe, puesto que tendrías que morir para escucharlo. Me fascina esta imposibilidad", dice en un despacho de la galería Albion, uno de los más amplios espacios comerciales de Londres. Con vistas al Támesis, en su vertiente sur, forma parte de un nuevo complejo urbanístico diseñado por Norman Foster junto a su propio estudio de arquitectura.
Como un homenaje al silencio, Plensa también ha concebido una escultura en forma de cono invertido, con una altura de unos 14 metros, que se elevará sobre la sede renovada de la BBC. Ha titulado Breathing (Respirando) éste su primer trabajo público londinense que, según explica, "creará un diálogo" con la antena de radio de la BBC y la torre en aguja de la vecina iglesia de Todos los Santos. "Londres atraviesa un momento muy interesante de actividad y creación, no sólo en el arte, sino en todos los aspectos de la sociedad. Es un retorno muy agradable. Estoy muy ilusionado", admite.
Tiene por cerrar otros proyectos en ciudades estadounidenses, San Luis y Aspen, entre ellas, y antes inaugurará en Málaga una gran retrospectiva. "Enlazaré obras muy tempranas con las de última creación. Será como un salto en el vacío, un inicio y un final de mi carrera", señala en referencia a esta muestra proyectada para el mes de septiembre.
Allí viajará parte de las instalaciones que exhibe en la galería Albion desde ayer hasta el 27 de mayo. Creadas específicamente para el espacio londinense, toman formas ya conocidas en su trayectoria como las cortinas de palabras, las figuras de vidrio transparente iluminadas en su interior, las balanzas de cobre o las cabinas de cristal. "El hilo conductor de mi obra se descubre en la representación de estados de ánimo", dice. En esta ocasión, inserta en las esculturas frases de las cartas de prisión de Oscar Wilde y fragmentos del Cántico de Salomón como metáforas de las prisiones terrenal y espiritual.
"El concepto de la exposición está en la dualidad entre lo material y lo inmaterial, entre el cuerpo y el alma, el sueño y deseo. La base fundamental de mi trabajo se asienta en la dualidad, en la fricción entre dos opuestos", define. "Quiero reivindicar", continúa, "el Cantar de los Cantares, el poema erótico, místico y sensual más total que existe, y las cartas de Wilde como la mejor literatura epistolar. El primero habla de una cárcel espiritual, es decir, del cuerpo como lugar que no te permite ir más allá con tu espíritu. Wilde, en sus cartas, habla de una cárcel física, es decir, la sociedad como lugar que no te permite ir más allá con tu cuerpo".
Y ante todo, Plensa quiere recuperar el significado e importancia de la palabra. "Las palabras se utilizan mal, se pervierte su contenido con el uso, se gastan y parece que les falta oxígeno", concluye a tiempo de regresar a las salas centrales de la galería para dirigir la instalación de su obra.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.