Ruralcaja pagará 224.183 euros a 200 afectados por un producto 'confuso'

El Juzgado de Primera Instancia número 22 de Valencia ha condenado a Ruralcaja a devolver 224.183 euros a 200 clientes que contrataron un depósito de alta rentabilidad con una cláusula, identificada con la letra M, "confusa y falta de transparencia" que indujo a los usuarios a un error al carecer de "información suficiente y adecuada". Según el fallo, que responde a la demanda presentada en 2003 por la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae

), el producto se ofreció y contrató "sin explicar suficientemente a los clientes" que se trataba "de una inversión de capital ligada a la cotización de determinadas acciones bursátiles".

El juez relata que a finales de los 90 proliferaron las llamadas "imposiciones a plazo atípicas". Ruralcaja, entonces Caja Rural, comercializó 24 ediciones sucesivas de ese producto. Durante las últimas cuatro, ofrecidas en 2000, los 200 depositarios sufrieron pérdidas por valor, según Adicae, de 4,2 millones de euros.

El juez afirma que el producto se ofreció y se contrató "de modo indiscriminado" en distintas sucursales de Valencia, en la mayoría de las cuales, el director no explicó a los clientes que se trataba de una imposición atípica por la que podían perder capital. Los clientes, en su mayoría agricultores y jubilados "con una mentalidad muy conservadora" se fiaron de lo que les decía el director y firmaron el acuerdo "ajenos totalmente" al riesgo.

El vencimiento de las imposiciones evidenció las pérdidas. El 90% de los afectados firmó un anexo con la intención de recuperar lo perdido, pero en realidad era la compra de unas acciones devaluadas procedentes del mercado de las telecomunicaciones que cotizaban en Oslo y Frankfurt. El hecho de que no todos suscribieran ese contrato ha significado que el juez no lo haya vinculado con el primero y que por tanto no contemple esas pérdidas.