Las protestas antijaponesas se extienden desde Pekín a otras ciudades de China
Las protestas antijaponesas que estallaron el sábado en Pekín se extendieron ayer a dos ciudades del sur de China. Varios miles de personas se concentraron ante los supermercados Jasco en Shenzhen y junto al consulado de Japón en Cantón (capital de la provincia de Guangdong) para clamar contra lo que Pekín considera el continuo rechazo de Tokio a asumir las atrocidades que cometió su ejército durante la ocupación de China en los años treinta y cuarenta. Los manifestantes quemaron banderas y arrojaron botellas de plástico de agua mineral, al tiempo que gritaban "Boicoteo contra los productos japoneses". En Cantón, la policía impidió a la muchedumbre acercarse al consulado. Los manifestantes también se oponen a la pretensión japonesa de lograr un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las marchas se produjeron un día después de que más de 10.000 personas se concentraran en diferentes zonas de Pekín y lanzaran piedras, botellas y huevos contra la Embajada japonesa y la residencia del embajador, rompiendo algunos cristales. Los funcionarios de la legación se han quejado de que la policía no impidió los ataques.
El ministro de Exteriores japonés, Nobutaka Machimura, convocó al embajador chino, Wang Yi, en Tokio para quejarse sobre los incidentes del sábado, que calificó de "un grave problema", y exigió compensaciones y garantías de que no se volverán a repetir. Según Machimura, Wang respondió que ambas partes deben mantenerse "tranquilas" y no dejar que el incidente dañe las relaciones mutuas. "Los actos extremistas aislados que han ocurrido son algo que no deseábamos ver", dijo Qin Gang, portavoz del Ministerio de Exteriores chino. Pero añadió: "El lado japonés debe afrontar de forma seria y adecuada los temas importantes que atañen a los sentimientos del pueblo chino, como es la historia de la invasión de China".
Pekín prohíbe normalmente las manifestaciones, pero las que han tenido lugar este fin de semana han contado al menos con la aprobación tácita de las autoridades.
