Trazado del AVE en Barcelona
Dicen que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Pues eso con el AVE no parece ser cierto. Como tren de alta velocidad va a dar más tumbos por Barcelona que ahora noticias del Papa. El trazado este-oeste que cruza el subsuelo de la ciudad se desvía milagrosamente esquivando el templo de la Sagrada Familia. Ello obliga a cuatro quiebros que pasan por debajo de ciertas viviendas, con lo que muchos ciudadanos temen un nuevo caso Carmel.
Lo grave del asunto es que tal esquivación alarga tanto el trayecto como el coste de la obra. Parece claro que no hay prisa en el asunto del AVE. Con tanto giro se asemeja más a la cola retorcida de un dragón, la del Dragon Khan, que a un trazado de alta velocidad. Quizá este sea el objetivo, un tren de parque temático en donde no importe las vueltas que dé, sólo que tenga distraídos y molestos a quienes nos haga temblar los cimientos.
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