Bilbao, primer municipio en limitar la ubicación de los crematorios
Prohíbe que estén a menos de 500 metros de las viviendas
Bilbao se ha convertido en el primer municipio vasco que impone para la instalación de crematorios de cadáveres una distancia mínima respecto a las viviendas. La ordenanza la fija en 500 metros, un requisito que no viene en el reglamento sobre sanidad mortuoria aprobado el pasado año por el Gobierno vasco. La decisión municipal se produce en pleno conflicto judicial con una funeraria, a la que se ha denegado la licencia para instalar un crematorio. En la actualidad, hay una docena de instalaciones de incineración de cadáveres en el País Vasco.
En Vizcaya funcionan actualmente cuatro crematorios, Guipúzcoa dispone de cinco y Álava de otros dos, aunque hay varios proyectos de nuevas instalaciones de este tipo. La polémica se ha centrado en Bilbao, la única capital vasca donde no existe ningún crematorio, con el proyecto de la empresa Funeraria Bilbaína. Hace dos años, esta compañía solicitó instalar un servicio de este tipo en el centro de la ciudad, en concreto en la llamada plaza del Gas, cerca del edificio consistorial. En abril de 2004 el Ayuntamiento denegó la licencia con el argumento de que el Plan General prohíbe estos servicios a menos de 500 metros de zonas pobladas, además de razones sanitarias y medioambientales.
El Gobierno vasco aprobó, en octubre pasado, un decreto sobre sanidad mortuaria, cuyo reglamento ha entrado en vigor recientemente. En él no se hacía mención a la distancia de los crematorios sobre viviendas, que, según recalcó ayer la concejal de Urbanismo, Julia Madrazo, sí está regulado en el decreto estatal de 1974. La edil agregó que se produce un vacío legal sobre la ubicación y que la interpretación municipal es que los ayuntamientos deben cambiar el planeamiento urbanístico sobre esta cuestión.
"Alarma social"
De este modo, se ha modificado el Plan General de Bilbao para establecer la distancia mínima de 500 metros entre viviendas y los crematorios, con lo que la capital vizcaína se convierte en el primer ayuntamiento vasco que adopta una limitación de este tipo.
"La instalación de hornos crematorios de cadáveres está causando una gran alarma social a nivel vecinal", aseguró ayer la edil responsable del área de Urbanismo en Bilbao. Julia Madrazo justificó esta distancia mínima por las dificultades "de recoger de forma reglada los condicionantes atmosféricos" que influyen en la dispersión de los humos estas instalaciones y por el "crecimiento incontrolado" de los crematorios, "que afectaban al modelo de desarrollo urbano de la ciudad".
Los 500 metros establecidos se medirán, de forma radial, desde la chimenea de evacuación de humos del crematorio, "y deberán respetarse tanto con respecto a la edificación existente como a la prevista en el planeamiento", afirmó la concejal de Urbanismo. Julia Madrazo no quiso ahondar en el conflicto con Funeraria Bilbaína, en los juzgados desde el pasado año y sobre el que se espera una sentencia para este verano.
Javier Fernández, gerente de la empresa, opinó que la normativa municipal "nos da implícitamente la razón" en el contencioso. "Si lo ponen [ahora] será porque antes no estaba regulado. La normativa evita que otros puedan desarrollar crematorios, pero a nosotros no nos afecta", valoró.
Además de este asunto, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento bilbaíno aprobó el borrador de la nueva ordenanza de la OTA, que sufrirá el cuarto cambio en menos de tres años. Un portavoz municipal eludió dar detalles de su contenido alegando la necesidad de buscar un consenso, aunque la intención es reducir las cuatro zonas existentes (azul, verde, marrón y naranja) y simplificar los parquímetros.
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