Muere Raniero de Mónaco, el príncipe que creó un emporio en un diminuto país

El príncipe Raniero III de Mónaco murió ayer, a las 6.35, en el Centro Cardiotorácico de la capital del Principado a consecuencia de una serie de afecciones broncopulmonares, cardiacas y renales que habían provocado su hospitalización en este centro el 7 de marzo. Tenía 81 años. El duelo por el hombre que convirtió un pequeño Estado arruinado en un emporio del lujo y la ostentación será largo. Los funerales oficiales no tendrán lugar hasta el próximo viernes 15 de abril. Sus restos reposan desde ayer en la pequeña capilla de palacio.

El cuerpo diplomático y las autoridades podrán rendir homenaje el lunes ante el cadáver del príncipe expuesto en esa misma capilla palatina. El martes 12 y el miércoles 13 los restos de Raniero III podrán visitarse por "los monegascos y residentes" en ese Principado.

El ministro de Estado Patrick Leclerq hizo público un comunicado anunciando que la familia reinante, los Grimaldi, guardará luto durante tres meses, hasta el 6 de julio. Los funcionarios del Principado, por su parte, deberán vestir de colores oscuros, pero sólo durante un mes. El luto oficial, sin embargo, se reduce al día de los funerales. Sin embargo, el comunicado del Ministerio de Estado "invita" a los "establecimientos de espectáculos y aquellos que acogen al público" a que se abstengan de realizar cualquier actividad "que no respete el duelo nacional durante el periodo comprendido entre el fallecimiento del príncipe y el día después de los funerales". "Conviene, especialmente, suspender las animaciones musicales en los lugares abiertos al público", añade la nota, que precisa además que ningún espectáculo debe tener lugar el día de los funerales.

La actividad habitual del Principado, sin embargo, no parece poder detenerse por la muerte de Raniero III, cuyo mandato ya había pasado a manos de su hijo Alberto hace más de dos semanas cuando se hizo evidente que la agravación del estado de salud de su padre era irreversible. El torneo internacional de tenis se celebrará a lo largo de toda la semana que viene, incluido el día de los funerales, y sólo se suspende el partido de fútbol entre el equipo local de Mónaco y el de Lille. Los casinos cerraron ayer, pero reabrirán hoy y sólo volverán a cerrar sus puertas el día de los funerales. También las escuelas cerrarán el viernes día 15.

Casas reales europeas

Los funerales solemnes tendrán lugar en la catedral, y está prevista la presencia de numerosos mandatarios y representantes de las casas reales europeas. Por esa razón se ha previsto que la ceremonia se retransmita en pantallas gigantes situadas en las iglesias de San Carlos, Los Cármenes, Santa Devota, el Sagrado Corazón, San Martín y San Nicolás.

En la calle, ayer, sólo las banderas blanquirrojas a media asta o las que los comerciantes iban colocando en sus escaparates decoradas con un crespón negro parecían recordar la muerte del soberano monegasco, a quien sus súbditos llamaban cariñosamente "el patrón" e incluso "el padre". Muy pocos comercios habían cerrado sus puertas. Frente al puerto, los trabajadores seguían levantando las tribunas que deben acoger a los espectadores del próximo Gran Premio de Fórmula 1. Por lo demás, el desfile de coches de lujo y las tiendas de las marcas más famosas seguían su ritmo habitual.

Los monegascos guardaban para sí la tristeza por el fallecimiento del jefe de la casa Grimaldi durante más de 55 años. Era algo esperado y no ha sorprendido a nadie. Desde la muerte de su esposa, la princesa Grace, en un desgraciado accidente de automóvil, Raniero se había convertido en un hombre triste sobre el que en los últimos años se cebaron las enfermedades. Los tres meses de duelo que se ha autoimpuesto la familia Grimaldi hacen suponer que la coronación oficial del príncipe Alberto II no se realizará hasta el próximo verano.