"El reto del Liceo es proyectarse fuera de Cataluña"
"Tenemos que hacer que el resto de España y el mundo conozca más y mejor el Liceo"
La decisión de poner a Rosa Cullell (Barcelona, 1958), periodista y ejecutiva, al frente del Liceo de Barcelona, en sustitución del director general Josep Caminal, pilló a muchos por sorpresa, el pasado 22 de febrero. El suyo no era uno de los nombres que se barajaban en las quinielas del mundillo cultural para ocupar el cargo que Caminal dejaba vacante tras 12 años. Doce años en los que en Liceo pasó del fatídico incendio que lo arrasó en 1994 a una rápida y feliz reconstrucción y, tras su reapertura en 1999, a un sorprendente y casi desbordante éxito de público, con más de 24.000 abonados actuales y casi medio millón de entradas vendidas en la presente temporada. Cullell, que no dudó tras su nombramiento en declararse halagada por haber sido elegida para el cargo, ha llegado a la dirección de un teatro que ha crecido mucho en muy poco tiempo. "Una situación como ésta obliga a pensar muy bien lo que debes hacer, porque hay que mantener este nivel, tanto cualitativamente como cuantitativamente, y a la vez abordar nuevos retos. El principal, proyectar más la imagen y la marca del Liceo fuera de Cataluña".
"Las empresas deben comprender que invertir en el Liceo no es pagar 'glamour"
Pregunta. ¿Cómo le ha ido en este primer mes y medio al frente del Liceo?
Respuesta. Ha sido muy intenso. Un gran esfuerzo por conocer el funcionamiento del teatro y a todo su personal, además de establecer los principios de una estrategia para gestionarlo en esta nueva etapa. Con un crecimiento tan grande como el que ha experimentado el Liceo hay que ir con mucho cuidado, porque si te emborrachas de éxito todo puede acabar en un descalabro.
P . ¿Está el Liceo en riesgo de morir de éxito?
R. Un teatro de primera línea siempre tiene un punto de riesgo que hay que modular. El Liceo ha crecido mucho tanto en número de espectadores como de actividad, para la próxima temporada se han previsto 376 funciones de todos los espectáculos programados. Mantener este ritmo requiere elevados ingresos económicos y el problema que se ha evidenciado en algunos teatros europeos que han experimentado un rápido crecimiento es el de la dificultad de hallar patrocinios para mantener la actividad.
P. ¿Faltan mecenas en el Liceo?
R. El teatro cuenta con un buen número de empresas patrocinadoras y un consejo de mecenazgo con una década de existencia que se ha implicado con el Liceo. Pero el teatro tiene una buena imagen de marca, unas buenas temporadas artísticas y una imagen de seriedad y profesionalidad. Todo ello hace que la expectativa de la gente sea muy alta, pero a la vez que piense que todo esto se paga solo. No es así. la inversión de las administraciones es importante, pero no suficiente, y para poder mantener la excelencia es necesaria la inversión. Cuando el teatro se quemó, incluso aquellos a los que no les importaba la ópera pensaron que había que hacer un esfuerzo para reconstruir el teatro. Ahora, si queremos mantener lo que tenemos hay que mojarse. Hay que invertir en cultura.
P. Pero, ¿cómo convencer a una empresa que convertirse en mecenas del Liceo es una inversión rentable?
R. La cultura mueve mucho dinero, lo que significa negocio. El objetivo del Liceo del siglo XXI es ser un moderno motor de la industria cultural catalana. El teatro ha apostado fuerte por el mecenazgo y seguirá apostando por él, haciendo que las empresas comprendan que invertir en el Liceo no es pagar glamour, sino cultura y enseñanza.
P. El Liceo surgido del incendio que lo destruyó en 1994 renació como el eslogan "El Liceo de todos". ¿Tiene el teatro alguna asignatura pendiente con respecto a este eslogan?
R. Fue y es un buen eslogan que se ha cumplido con respecto al público catalán, que ya no ve el Liceo como un teatro inaccesible. Ahora el reto es proyectar la imagen del teatro más allá de Cataluña. Tenemos que hacer que el resto de España y el resto del mundo conozcan más y mejor el Liceo. El Liceo y el Teatro Real de Madrid tienen un acuerdo de colaboración y coproducción que hemos de cuidar. Pero mover los espectáculos operísticos de ambos coliseos resulta difícil porque no todos los teatros cuentan con escenarios como estos dos. Pero más allá de realizar coproducciones para que los espectáculos viajen por el mundo, el Liceo tiene toda una serie de espectáculos de pequeño formato para público infantil y familiar que son fáciles de mover y pueden viajar, y deben hacerlo no sólo por toda Cataluña, sino también por España. Si se ha viajado poco hasta ahora con este tipo de espectáculos es porque se necesita mucho dinero para moverlos. Hay que establecer una estrategia para que con un presupuesto adecuado ello sea posible.
P. El Liceo ha conseguido una notable proyección internacional gracias a sus grabaciones videográficas. ¿Se seguirá con esta política?
R. Éste es un terreno en el que hay muchas cosas por hacer y que el teatro hasta ahora ha hecho muy bien. La idea es seguir grabando espectáculo operístico para su edición en DVD en colaboración con televisiones y sellos discográficos, y crear para cada grabación un plan estratégico que permita recuperar la inversión.
P. Usted ha ocupado el cargo de directora general del Liceo apenas dos meses después de que se hubiera aprobado el contrato- programa que ha de regir el teatro hasta 2009 y sin que usted haya intervenido en su elaboración. ¿Supone esto algún problema para su gestión?
P. Es un marco de referencia sobre el que debo establecer las estrategias y diseñar la política para cumplirlo. En cualquier caso, se aprobó sin haber cerrado las cuentas de la temporada anterior, que obligan a revisar las previsiones para poder cumplir los objetivos. Unos objetivos que requieren conseguir más ingresos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.