Patxi López anuncia que pide el voto el 17-A "para gobernar solo"

Tarde, pero relativamente clarificador. El candidato socialista a lehendakari, Patxi López, intentó ayer cerrar el flanco que tiene abierto desde la precampaña sobre sus intenciones de pacto tras el 17-A, asunto por el que le castigaron Juan José Ibarretxe, María San Gil y Javier Madrazo en el debate de ETB. "Hoy por hoy", anunció López, "pido el voto para gobernar solo". Y, además, añadió, mirando de reojo a la candidata del PP y de manera tajante: "No voy a ser vicelehendakari de nadie". "No contemplo la posibilidad de estar en un Gobierno que no sea un Gobierno con lehendakari socialista", apostilló.

La única pregunta que quedaba ayer por responder, tras el maratón que realizó por la tarde el aspirante socialista por los barrios de la capital vizcaína para pedir el voto era: ¿por qué han tardado tanto los estrategas de campaña de Patxi López en cerrar la sangría que arrastraba el cabeza de cartel del PSE por su indefinición ante los pactos poselectorales?

El candidato socialista dejó claro que no va a ser vicelehendakari de nadie, una estrategia de campaña que no estaba destinada para hacerse pública en estos días, pero que la fuerza de los acontecimientos ha obligado a sacar a la palestra ya. ¿Por qué no haberlo dicho en pleno debate?, se preguntaban ayer observadores que siguen la campaña vasca. López defendió un Ejecutivo "de cambio", "progresista", no "frentista" y que "destierre los planes excluyentes". Esas son las premisas, junto a las programáticas, sobre las que los socialistas están dispuestos a hablar con el resto de candidatos. Sobre el pronunciamiento del presidente catalán, Pasqual Maragall, en defensa de un pacto PNV-PSE, López dijo, fuera de micro, que "era la opinión de Pasqual, no el planteamiento de los socialistas vascos".

Pero Patxi López no sólo contestó a este asunto. También planteó preguntas, intentando contraatacar tras el debate de ETB del lunes, que ha servido para insuflar algo de vida a la anestesiada campaña electoral vasca. Y dirigió en Zorroza, un barrio de la capital que lucha por hacerse un hueco en el futuro del nuevo Bilbao, varias cuestiones a sus tres adversarios. Por ejemplo, les exigió que aclararan si están dispuestos a sentarse en una mesa, "sin planes cerrados", en clara alusión a Ibarretxe, para "acordar entre todos el futuro del autogobierno". O si quieren abrir un marco de diálogo social entre patronal y sindicatos para sellar un "pacto por el empleo y la productividad". Y si de pasó apoyarían la cooperación entre los Ejecutivos vasco y central o prefieren "desaprovechar las oportunidades que ofrece el Gobierno de Zapatero para avanzar hacia la paz y hacia la reforma del Estado de las autonomías".

Los estrategas de la campaña socialista estaban convencidos de que habían conseguido cerrar el flanco sobre pactos poselectorales, aunque reconocían a este periódico que la campaña "empieza el viernes", cuando Batasuna anuncie, previsiblemente, que los votos de la izquierda abertzale tienen que ir al Partido Comunista de las Tierras Vasca. Y entonces estará Zapatero en San Sebastián, recuerdan. De mañana, en San Sebastián con profesores, dijo que la educación había sido "el gran fracaso del Gobierno Ibarretxe", al que acusó de haber "traicionado" el legado educativo del que fuera consejero del ramo, Fernando Buesa, asesinado por ETA, y de haberlo "impregnado de sectarismo".