El Ayuntamiento cerrará el túnel de Alfonso XII y abrirá dos aparcamientos

El túnel bajo la calle de Alfonso XII se transforma en dos aparcamientos subterráneos

Madrid - 02 abr 2005 - 00:00CEST

De la calle de Espalter a la de Antonio Maura y de la de Alfonso XII a la de Ruiz de Alarcón. Toda esta manzana frente al parque del Retiro, que pertenece al barrio de los Jerónimos, será peatonal, a tenor del proyecto que ultima el grupo de arquitectos encabezado por Álvaro Siza, que ganó el concurso internacional de remodelación del eje Prado-Recoletos. El plan pretende que el acceso de vehículos a esta zona sea restringido, como en el barrio de las Letras, y por ello ha diseñado dos aparcamientos bajo la calle de Alfonso XII y elimina el túnel que pasa por debajo.

"Será una colonia particular, exclusivamente para peatones", explicó el arquitecto Carlos de Riaño que, junto con Siza, Juan Miguel Hernández León, José Miguel Rueda y Fernandó de Terán, forman el grupo Trajineros y son responsables del plan especial de reforma del eje Prado-Recoletos.

Trabajan en este proyecto desde principios de 2002 en colaboración con los técnicos de Gerencia Municipal de Urbanismo, tras ganar el concurso de ideas convocado por el ex alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano (PP).

En este tiempo, los arquitectos han hecho un minucioso trabajo de investigación de toda la zona. Riaño muestra en su despacho un enorme catálogo que recoge, por ejemplo, los diferentes diseños de farolas que se han ido colocando a lo largo de la historia de la ciudad en el área, así como de las papeleras, o de los quioscos y puestos de venta, e incluso los tipos de pavimento que, según subraya Riaño, en tan poco espacio, hay más de 50 diferentes.

El nuevo barrio peatonal que han proyectado funcionará de la misma manera que el barrio de las Letras, declarado "área de prioridad residencial", donde el acceso del tráfico rodado está restringido a los no residentes. El actual alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, anunció a primeros de marzo que quiere extender el mismo sistema a Lavapiés y, después, a otros barrios de la capital.

Para facilitar este cambio en el barrio de los Jerónimos, los arquitectos de Trajineros han proyectado dos aparcamientos bajo la calle de Alfonso XII, uno de ellos para los residentes de la zona peatonal, que estará situado entre la calle de Espalter y la de Academia.Tendrá salida y entrada por las calles de Alberto Bosch y de Casado del Alisal.

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El otro aparcamiento, más amplio, tendrá plazas de rotación y también estará bajo la misma calle, pero situado entre la de Antonio Maura y la plaza de la Independencia. Sus accesos estarán situados en las calles de Antonio Maura, de Juan de Mena y de Valenzuela.

Por otro lado, continúa Carlos de Riaño, el plan pretende eliminar el subterráneo que pasa por debajo de Alfonso XII. "Este túnel servía para distribuir el tráfico que venía de Atocha, de tal manera que no se juntara con el que subía por la Cuesta de Moyano en dirección al paseo del Duque Fernán Núñez", explica Riaño. Al cortar al tráfico la calle de Claudio Moyano, que también quedará sólo para los peatones, el subterráneo pierde su sentido.

La intención de toda esta remodelación, según explica Carlos de Riaño, es "darle permeabilidad al Jardín Botánico". Por eso, el plan también ha tenido en cuenta el paisaje que se abre a quien circule por la calle de Alfonso XII y ha proyectado rebajar la verja que separa al Jardín Botánico en dos metros.

Al eliminar el subterráneo, el caminante o el conductor que pasen por esta vía, tendrán una vista a un lado del parque del Retiro y, al otro, divisarán "un mar de árboles", en palabras del arquitecto.

La remodelación del eje Prado-Recoletos lleva dos años preparándose y ha sufrido diversas reformas, entre otras causas porque cuando se presentó el proyecto, los vecinos de la zona presentaron más de 1.400 sugerencias para modificarlo. Pero sus resultados definitivos no llegarán a verse hasta dentro de varios años.

Proyectos inmediatos

El coordinador general de Organización y Proyectos, Francisco Panadero, explicó que, de toda la remodelación, la peatonalización de la Cuesta de Moyano -que está en plenas obras de reforma-, y la eliminación del túnel de Alfonso XII, más la construcción de los dos aparcamientos, son los proyectos "más inmediatos", por lo que aventuró que en un año estarán en marcha.

Ruiz-Gallardón anunció en noviembre que el pleno aprobaría el plan especial a finales de diciembre pasado. Sin embargo, los trámites van con retraso, porque aun no está fijada la fecha para que sea discutido en el pleno. En teoría, una vez aprobado, debe ser sometido a información pública. Después, el Ayuntamiento contestará a las alegaciones y, finalmente, lo aprobará definitivamente. Más tarde, habrá que elaborar los proyectos de obra, por lo que los trabajos pueden tardar casi un año más en comenzar.

Puestos bajo los árboles en la cuesta de Moyano

La cuesta de Claudio Moyano, donde tradicionalmente se ubican los puestos de libreros, está ya en plena reforma y, desde hace meses, las casetas están diseminadas por el paseo del Prado.

La intención es hacer de ella una calle exclusivamente para peatones, aunque los arquitectos de Trajineros han diseñado una vía lateral, que tendrá acceso por la calle de Alfonso XII, por la que los vehículos de reparto podrán llevar su mercancía hasta los quioscos.

La gran novedad es que los puestos de libreros están colocados en el centro de la calle, bajo una arboleda que dará sombra a los puestos y permitirá el paseo, incluso en los meses de verano. Una idea que, según el arquitecto Carlos de Riaño, propusieron los propios libreros.

"Eso permite continuar la idea de que haya una vista sobre el Jardín Botánico, como en toda la calle de Alfonso XII", explica Riaño, pues al retirar los puestos de la verja, se deja un paseo libre a lo largo de la valla. Al otro lado de la cuesta se ganará también visión sobre la verja del Ministerio de Agricultura.

Además, el plan especial ha proyectado una nueva entrada al Jardín Botánico, desde la glorieta de Carlos V, a petición de los propios responsables de esta institución, que pretenden así recuperar el eje histórico que marcaba la estructura del jardín y que lleva hasta el Museo del Prado por el interior de su recinto.

"No está prevista ni una caseta más de las que había, a petición de los libreros, que no quieren más competencia", explica Riaño. En cambio, sí que habrá una para la Concejalía de las Artes, donde se venderán las publicaciones oficiales. Además, habrá otras dos, una para instalar los aseos destinados a los libreros -donde probablemente habrá también una cocina para su uso particular-, y otra que hará de quiosco de bebidas y aperitivos para el resto del público.

Entre estas tres nuevas casetas y las de los libreros habrá un paseo central y una segunda arboleda.

Este paseo enlaza con la esquina de la glorieta de Carlos V, donde en la actualidad hay un quiosco de prensa. El proyecto de Trajineros recupera toda la esquina a los peatones y deja una zona ajardinada junto al Ministerio de Agricultura.