Regreso al pueblo
Cada cierto tiempo, el cine independiente americano se robustece con la aparición de un verdadero creador, de un autor con un mundo propio, original, que no esté calcado de multitud de referentes básicos sin una mínima adaptación. Acostumbrados a dar gato por liebre, cada año el marketing cinematográfico y cierta prensa estadounidense suelen vender al exterior una decena de nuevos ejemplares de esta especie, casi todos procedentes del Festival de Sundance. La mayoría, falsos. Y es que muy pocos resisten el envite. Zach Braff, escritor, director y protagonista de la excelente Algo en común, tiene, sin embargo, toda la pinta de ser el último eslabón de la cadena que integran directores como Steven Soderbergh, Quentin Tarantino, Paul Thomas Anderson, Spike Jonze o Sofia Coppola.
ALGO EN COMÚN
Dirección: Zach Braff. Intérpretes: Zach Braff, Natalie Portman, Peter Sarsgaard, Ian Holm. Género: comedia dramática. EE UU, 2004. Duración: 109 minutos.
Braff ha construido una melancólica, excéntrica, tierna, cómica y, al mismo tiempo, terrible película sobre el regreso al hogar, o más concretamente, sobre el regreso al pueblo, ente distintivo de multitud de particularidades del que también se ocupó, por ejemplo, el fallecido Ted Demme en la magnífica Beautiful girls. El reencuentro de un joven con su torturada y tortuosa familia después de ocho años sólo es comparable con el choque que le supone rememorar los ratos de tedio sin fronteras que se pueden vivir en un pueblo. De este modo, el actor de teleseries que un día triunfó en el exterior y que ahora vuelve a sus esquinas de toda la vida, a sus terrores y a sus aflicciones, se ve inmerso en una especie de viaje al país de las maravillas.
Un extravagante trayecto en el que cada personaje con el que se topa parece más peculiar: desde el padre psiquiatra que para encauzar su supuestamente espantosa actitud le atiborró de fármacos, hasta el amigo que ahora se pasa el día colgado con las drogas mientras ejerce su trabajo como enterrador; desde el compañero que se hizo multimillonario al inventar el velcro sin ruido, hasta el luminoso descubrimiento de la chica epiléptica que interpreta Natalie Portman.
Con evidentes toques autobiográficos (los padres de Braff también están relacionados con la psiquiatría y él viene de triunfar en la teleserie Scrubs, emitida actualmente por Canal +), Algo en común conmueve, divierte, sorprende y contiene una banda sonora exquisita (donde destaca el pop de The Shins). El autor se atreve a mostrar el desasosiego de su criatura con recursos formales muy efectivos (esos mundos que se mueven a distinta velocidad, el suyo y el de los demás) y, además, demuestra ser un notable actor.
De momento, Braff se ha convertido en el mejor debutante del cine independiente de 2004 en Estados Unidos (con una cinta de apenas 2,5 millones de dólares, el presupuesto medio de una producción española) y ha conseguido que buena parte de la crítica pose su mirada y sus esperanzas en él. El tiempo y, sobre todo, sus obras futuras dirán si era realmente un eslabón fuerte en la cadena de la creación independiente estadounidense.
Babelia
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