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Los obispos arremeten contra la investigación con embriones

"El problema es matar o no matar", dicen

El portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, utilizó ayer con profusión el verbo "matar" en su empeño por descalificar toda investigación con embriones con fines sanitarios. "La ciencia sin conciencia", dijo. Los obispos harán campaña en abril, en toda España, contra la legislación del Gobierno socialista sobre la materia, partiendo de un principio que empequeñece a Tomás de Aquino: que la vida humana empieza en el momento de la concepción.

Tomás de Aquino, el más grande de los doctores de la Iglesia romana, sostuvo que el alma no se transmite con el semen (libro II, 86 de Suma contra los Gentiles) y que Dios dota a un feto de alma racional sólo cuando es ya un cuerpo formado (Suma Teológica, libro I, 118,2 y 762). Martínez Camino, teólogo dogmático de prestigio, desechó ayer esas teorías con esta razón: "Santo Tomás es una autoridad en la teología católica, pero no es una autoridad de la Iglesia. Escribió en el siglo XII y desde entonces se ha avanzado mucho en las investigaciones. El magisterio de la Iglesia es que la vida se da desde el momento de la concepción".

"Donde hay un cuerpo humano vivo, aunque sólo tenga un día, hay una persona. El embrión es un ser al que no se puede matar", sostuvo el portavoz episcopal. También dijo que "hay un gran combate a escala mundial entre la vida y la muerte", y que, en consecuencia, la Iglesia católica debe volver sobre el temario -eutanasia, aborto, investigación con embriones- "una y otra vez, para conocimiento de católicos y de la sociedad".

"Todos fuimos embriones"

Ahora toca la campaña contra toda investigación con células madre procedentes de embriones. Presentada ayer en la sede de la Conferencia Episcopal, se inicia el próximo 4 de abril (fecha este año de la fiesta católica de la Anunciación) y lleva por título Todos fuimos embriones. Es la tercera que emprende la jerarquía contra proyectos del Ejecutivo socialista: antes lo hizo contra la eutanasia -Toda una vida para ser vivida-, y también contra la futura ley del matrimonio homosexual, con el eslogan Hombre y mujer los creó.

No es la primera vez que los prelados se pronuncian contra la investigación con embriones, pero ayer su portavoz estuvo especialmente duro, llegando a utilizar el verbo "matar" en cinco ocasiones para calificar cualquier actuación de los científicos en la materia. En su opinión, los embriones son seres humanos -y "los embriones congelados, seres humanos sobrantes"-, de manera que cualquier investigación que recurra a ellos es repudiable y un "abuso de poder" porque "la vida humana no está a disposición de nadie, es un don indisponible". "Donde hay un cuerpo humano vivo, aunque tenga un día, hay una persona. Aunque no pueda protestar, aunque no pueda llorar, se le debe respetar. Desde el instante de su concepción se le debe reconocer el derecho a la vida".

Preguntado sobre qué hacer con los embriones ya congelados o con los congelados que presentan taras, respondió: "No podemos matarles aunque estén en una situación violenta, ni convertirlos en cobayas humanas". El portavoz dudó, en cambio, sobre la idea de la adopción de embriones, lanzada por católicos italianos. "No hay doctrina clara oficial", dijo.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, se mostró "sorprendida" por la nueva campaña episcopal, que calificó de "bastante peculiar". "El Gobierno tiene la obligación de atender al bien de los ciudadanos y poner los medios para que enfermedades que no tienen cura la tengan en el futuro", advirtió.

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