La policía informó en noviembre a Garzón de los contactos entre Huarte y Bensmail
La última visita se produjo 10 días antes de la detención del islamista
La Comisaría General de Información informó al titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, de las tres visitas que el militante socialista Fernando Huarte realizó a Abdelkrim Bensmail en la cárcel de Villabona (Asturias) en 2002 y 2004. Tanto las visitas como las llamadas y correspondencia entre Huarte y el preso islamista figuran en un informe fechado el 14 de noviembre de 2004.
La Unidad Central de Información realizó su informe a petición del juez Garzón, quien el 23 de octubre del año pasado le pidió un "análisis de la documentación intervenida al detenido Abdelkrim Bensmail [...] y sus eventuales contactos con el fallecido en la explosión suicida del piso de Leganés Allekema Lamari".
La petición se enmarcaba en el sumario abierto por Garzón a raíz de la Operación Nova, en la que fue desarticulado un grupo islamista que planeaba volar la Audiencia Nacional. Bensmail fue detenido el 19 de octubre en el propio centro penitenciario con un manojo de papeles en la mano en el que figuraban los nombres de los presos etarras Jorge García Sertucha, Fernando Iracula Albizu, Harriet Iragi Gurruchaga y Henry Parot.
Precisamente, uno de los objetivos centrales del informe era determinar la posible relación entre el preso islamista y los etarras. Pese a constatar que Bensmail coincidió cinco meses con Iragi y dos con Parot en la cárcel de Valdemoro (Madrid), el informe concluye que "no se ha podido determinar si mantuvieron conversaciones o relación de amistad", pero que, en todo caso, no intercambió correspondencia con ningún etarra.
En uno de los cinco papeles de Bensmail tenía en su mano cuando fue detenido figura el nombre de "Fernando" y dos teléfonos, uno fijo de Asturias y un móvil. El informe policial señala que tanto este "Fernando" como un "FHS" que aparece más adelante es "Fernando Huarte Santa María, persona perteneciente a la Asociación Nacional Amigos del Pueblo Palestino Al Fatah"
En el mismo papel en el que figura el teléfono de Huarte sólo aparecen dos números más: ambos pertenecen al abogado y militante del PP Vicente Ibor Asensi.
La relación de Huarte con Bensmail se reduce a tres visitas a la prisión de Villabona, una carta y una llamada. La primera visita se produjo el 9 de marzo de 2002 y la siguiente, el 4 de abril del mismo año. Antes de la primera visita, el 23 de febrero, el islamista telefoneó a Huarte a su trabajo en los astilleros Izar.
En 2003, el único contacto que consta entre ambos es una carta de Huarte que Bensmail recibe el 4 de junio y la respuesta que éste le envía seis días después. Finalmente, el 6 de mayo de 2004 el interno telefonea de nuevo al militante socialista y éste le visita el 9 de octubre, sólo diez días antes de su detención en el marco de la Operación Nova y cuando ya estaba siendo investigado por la policía.
Según el informe, Bensmail mantenía correspondencia con 56 personas; entre ellas, Mohamed Achraf, detenido en Zúrich (Suiza) y considerado el jefe de la célula que quería atentar contra la Audiencia Nacional, o Safwan Sabagh, dueño de una tienda de pollos en Valencia detenido dos veces por el 11-M y ambas puesto en libertad, con quien habló por teléfono 27 veces en el año 2003 y 35 en 2004.
Sabagh era el intermediario entre Bensmail y Allekema Lamari, con quien fue detenido en abril de 1997 en Valencia como miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) y que, a diferencia del primero, salió en libertad por un error judicial. Lamari, contra quien existía una orden de detención e ingreso en prisión desde julio de 2003, le mandó tres giros postales en octubre de 2003, enero y marzo de 2004, por importe de 150 euros cada uno y siempre con el mismo texto: "Aguanta hermano". El primer giro está remitido desde Valencia y los dos últimos desde Madrid, adonde se había trasladado. La dirección que dio como domicilio correspondía a la mezquita de la M-30.
Con todo, el giro que más ha intrigado a la policía es el que el 11 de abril -es decir, ocho días después de la muerte de Lamari en la explosión del piso de Leganés- le remite desde Madrid a Bensmail una tal Edima Lamari por valor de 100 euros. "Hasta el momento", explica el informe policial, "no se ha hallado a ninguna persona con esta filiación, no obstante parece que pudiera ser una persona allegada a Allekema Lamari que facilita el apellido de éste para que el interno le pueda identificar, o alguien que simula esa identidad [...] Es significativo que le remite el mismo texto que Allekema Lamari: Aguanta hermano".
Agentes del CNI
Entre las personas con las que Bensmail mantenía correspondencia figuraban dos islamistas presos en EE UU por el primer atentado contra el World Trade Center de Nueva York, en 1993.
A Bensmail se le halló también una anotación manuscrita con el nombre de Javier Calcerrada Furnieles, miembro de la banda terrorista GRAPO, y el centro penitenciario donde cumplía condena, la cárcel de Ocaña (Toledo). "No obstante", advierte el informe, "no se ha obtenido ningún dato que corrobore la relación entre ambos, descartando la relación de correspondencia".
Si es cierto que Huarte era colaborador del CNI, Bensmail demostró tener escasa simpatía por dicho centro. El informe policial recuerda que el 2 de diciembre de 2003, dos funcionarios de prisiones observaron cómo, "al proceder al reparto de café, Abdelkrim [Bensmail] invitó en voz alta y de forma textual a varios reclusos: 'Estoy celebrando la muerte de los infieles'. En clara alusión a los siete militares españoles [agentes del CNI] fallecidos en un altercado en Irak".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.