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La crisis alavesa eleva el tono del enfrentamiento entre PP y PSE

La crisis abierta el la Diputación de Álava por el apoyo socialista a la moción de censura contra un diputado foral del PP lleva camino de convertirse en un factor de discordia de primer orden en la precampaña electoral, que amenaza con agrietar todavía más las ya deterioradas relaciones entre el PP y el PSE-EE. "Esto no va a quedar aquí. Los socialistas van a penar su voto", señalaban ayer fuentes próximas al diputado general.

La resaca del pleno de las Juntas Generales incluyó ayer hasta el pronunciamiento del presidente del PP, Mariano Rajoy, que consideró la actuación del PSE como prueba de su intención de "entenderse" con el PNV, informa Pilar Marcos. A juicio de Rajoy, haber votado junto al PNV, EA y EB, "es decir, todos los del plan Ibarretxe", demostraría "que los intereses del PSOE no coinciden con los de la inmensa mayoría de los españoles".

Al PP vasco la moción aprobada contra su diputado foral alavés le está sirviendo para apuntalar uno de sus mensajes centrales de campaña: que el PSE de hoy no es el de 2001 y que ha abandonado el terreno común del constitucionalismo y la búsqueda de la alternativa al nacionalismo para tratar de gobernar en coalición con este último. Tras ese mensaje trata el PP de conjurar una eventual fuga de parte de ese electorado no nacionalista que siempre oscila hacia el partido mayoritario en el conjunto de España y cuyo comportamiento puede ahora beneficiar más al PSE.

Por su parte, el portavoz socialista Juan Carlos Prieto, estimó que la acusación a su partido de haberse puesto "al servicio del nacionalismo", realizada por la candidata María San Gil, "no se la cree nadie" y es muestra de una actuación "a la desesperada" del PP vasco, dedicado a "tirarse a la yugular del PSOE y no reconocer ningún error".

Después de Semana Santa

"Ellos tienen patente de corso para criticar a Maragall, a Odón Elorza, a Moratinos, a Peces Barba; pero cuando nosotros censuramos una gestión nefasta es que nos echamos en brazos del PNV", ironizó. "Estamos disputando el gobierno a los nacionalistas, hemos dicho ya que no estaremos en un gobierno que no presida Patxi López y queremos que el PNV vaya a la oposición para oxigenar Euskadi", recalcó, para rechazar las acusaciones.

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Mientras, el diputado general Ramón Rabanera, firmó ayer el decreto de cese del diputado censurado, Enrique Aguirrezabal, quien tiene la intención de comparecer en rueda de prensa la semana próxima, lo que augura aún un recorrido a esta crisis. Rabanera no piensa además resolverla con celeridad, sino todo lo contrario. Hasta pasada la Semana Santa no nombrará al nuevo titular y sólo entonces se sabrá también si aprovecha para realizar una remodelación algo más amplia. Una posibilidad que baraja es desplazar a uno de los actuales diputados a la cartera vacante y que la nueva incorporación ocupe la que quede libre.

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