_
_
_
_
_
DOS AÑOS DESPUÉS DE LA INVASIÓN

Nace el primer Parlamento del nuevo Irak

La Asamblea surgida de las primeras elecciones tras Sadam se constituye sin un pacto de Gobierno

Casi siete semanas después de que los iraquíes desafiaran las amenazas de los insurgentes para participar en las primeras elecciones en el país en décadas, los miembros de la Asamblea constituyente se reunieron ayer por primera vez a pesar de la serie de explosiones que sacudió el corazón de la capital de Irak. La solemne sesión de constitución de la Cámara fue convocada sin que los líderes políticos hubiesen alcanzado un acuerdo para formar un Gobierno de coalición. Los 275 diputados de la nueva Asamblea Nacional se dirigieron al centro de convenciones situado en la fortificada Zona Verde de Bagdad, en la orilla occidental del río Tigris, cuyos puentes fueron cortados al tráfico, para participar en la ceremonia de juramento de sus cargos.

Más información
Los estadounidenses critican la guerra, pero son optimistas sobre el futuro de Irak
Los insurgentes confiesan en el programa estrella de la televisión

En la primera reunión del Parlamento, de claro significado formal, los diputados se pusieron en pie en el auditorio, con la mano derecha levantada, mientras el presidente del Consejo Judicial les exhortaba a defender las nuevas libertades del país, entre otras tareas. La nueva Cámara representa la naturaleza plural de la sociedad iraquí, con clérigos musulmanes cubiertos por turbantes negros sentados junto a parlamentarios educados en el extranjero y vestidos a la occidental y mujeres cubiertas con túnicas islámicas.

Los partidos kurdos y chiíes, cuyas coaliciones acapararon la mayor parte de los votos en las elecciones del pasado 30 de enero,aún deben resolver sus disputas sobre cuestiones fundamentales antes de cerrar un acuerdo de gobierno. Ambas partes siguen bloqueadas a la hora de fijar el futuro estatuto de la ciudad de Kirkuk, en una provincia del norte de Irak con ricos yacimientos de petróleo y una compleja composición étnica, así como sobre las milicias kurdas: los 60.000 peshmergas o combatientes que deben ser desarmados o integrados en el nuevo Ejército iraquí.

Solidaridad nacional

Tanto kurdos como chiíes intentaron mostrar ayer una imagen de solidaridad nacional en la solemne constitución de la Asamblea. "Nuestro propósito real es formar un Gobierno representativo, un Gobierno de unidad nacional", aseguró ayer el ministro de Asuntos Exteriores iraquí en funciones, el dirigente político kurdo Hoshyar Zebari. "Creo que estamos a favor de un gran acuerdo de progreso", agregó.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La reunión inaugural de la Asamblea estaba prevista para las once de la mañana, las nueve, hora peninsular española. Pero en ese momento sólo se encontraban en la sala una tercera parte de los diputados. Un cuarto de hora después, dos fuertes explosiones hicieron temblar los cristales de las ventanas del edificio. La mayoría de los parlamentarios prefirió ponerse a cubierto. Las explosiones fueron presumiblemente causadas por disparos de granadas de mortero o el lanzamiento de cohetes. Poco después de que la sesión se interrumpiera, un cohete impactó contra un edificio situado en el centro de Bagdad, cerca de la sedes de dos periódicos iraquíes. La policía aseguró que estos ataques no causaron víctimas.

En Baquba, 50 kilómetros al norte de la capital, un terrorista suicida hizo estallar el vehículo que conducía ante un puesto de control de la Guardia Nacional iraquí. Tres miembros de las fuerzas de seguridad murieron y otros 11 resultaron heridos en el atentado.

La sesión constitutiva de la Asamblea nacional comenzó finalmente al mediodía con el rezo de una oración y la intervención de varios líderes políticos. Los primeros en tomar la palabra fueron el líder kurdo Fuad Massum, presidente interino de la Asamblea, seguido por el enviado especial de Naciones Unidas para Irak, Ashraf Qazi.

La incertidumbre política creada por la falta de acuerdo para la formación de gobierno concede un papel relevante al Gobierno en funciones del chií moderado Ayad Alaui. En su intervención de ayer ante el nuevo Parlamento, el primer ministro saliente destacó los logros de su Gobierno: "Hemos salido victoriosos en varios enfrentamientos con los terroristas. Me gustaría agradecer el valor del pueblo iraquí, que desafió al terrorismo al acudir a las urnas para depositar sus votos en las primeras elecciones democráticas celebradas en un Irak libre".

Después de varias semanas de negociaciones los principales partidos políticos chiíes y kurdos no han sido capaces de pactar un gabinete de coalición. La opinión pública, mientras tanto, comienza a mostrar su preocupación por la falta de capacidad negociadora de sus líderes políticos. El previsible candidato a primer ministro, el dirigente chií Ibrahim Yafari, aseguró ayer que el nuevo Gobierno se formará "dentro de una o dos semanas". Muchos iraquíes han comenzado ya a criticar a los partidos chiíes y kurdos por enzarzarse en disputas políticas en lugar de formar un Gobierno para afrontar la violencia.

El despliegue de seguridad en el centro de Bagdad fue ayer excepcional. La policía cerró al tráfico los puentes sobre el río Tigris. En varios kilómetros a la redonda, el movimiento de vehículos quedó interrumpido, en una escena de ciudad sólo para peatones que recordaba a las vividas en las elecciones de enero. Los helicópteros Apache de EE UU sobrevolaban la zona, mientras tropas norteamericanas patrullaban con sus blindados.

El presidente en funciones de Irak, Gazi al Yauar, ayer en la apertura del Parlamento.
El presidente en funciones de Irak, Gazi al Yauar, ayer en la apertura del Parlamento.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_