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Reportaje:

Escritores de 'graffitis'

Diez artistas de la pintura en paredes compiten en un concurso cubriendo el muro del cementerio de Cádiz

A Tina no le gusta que le llamen "grafitera", aunque lleve cuatro años cubriendo de pintura los muros de Sevilla. Le suena a "macarra". Prefiere el término de escritora. Alberto defiende su labor en las paredes como un arte. "Somos artistas", sostiene. José Luis lleva 16 años dibujando al aire libre en cuadernos que son las tapias de Sevilla. Fran lleva sólo un año y sigue luchando todavía para que el aerosol que le sirve de pincel no controle su diseño. Los cuatro, junto a otros seis jóvenes, compiten en Cádiz en el certamen artístico nacional Fernando Quiñones, que, por primera vez, ha reservado un espacio para esta modalidad. Hoy el jurado deberá emitir su fallo, una vez que concluyan sus obras los escritores de graffitis.

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Ninguno de ellos supera los 30 años. Son todos andaluces, fundamentalmente, de Cádiz y Sevilla, salvo Fran Arenado, de 23 años, que procede de Santoña (Cantabria). Tiene, de momento, una experiencia corta, apenas un año pintando en las calles de su municipio. Allí cubrir de dibujos las paredes es un acto vandálico, como en la mayoría de ciudades españolas. "Pintaba de noche para que no me cogieran", reconoce. Estudia Diseño en Barcelona, donde algunos muros son "legales". Ensayó ahí sus primeros bocetos, las técnicas más básicas hasta dominarlas progresivamente con conceptos más complejos.

Cinco obras son las finalistas que optan a los tres premios del Fernando Quiñones, organizado por el Ayuntamiento. Fueron seleccionadas a través de unos bocetos, que ayer comenzaron a hacer realidad sobre los blancos muros del cementerio, frente a la playa de la Victoria. Sobre cinco andamios, los diez artistas estuvieron seis horas elaborando su proyecto, que, al atardecer, dejaron sobre la mitad. Hoy lo terminarán para que el jurado lo pueda evaluar. La concejala de Juventud, Eloísa Zilbermann, supervisó la experiencia. "Esto es un arte y hay que saber distinguirlo de las pintadas que realizan gamberros en el mobiliario urbano". La edil no precisó qué ocurrirá con las obras, una vez terminado el concurso.

A la derecha del andamio de Fran, Jorge Condesa y Rafael Márquez, de Cádiz y Cazalla de la Sierra (Sevilla), han concluido la imagen de un señor con jersey rojo, chaqueta beige y pantalones verdes. Es un graffiti más realista. José Luis Macías y Alberto Hermosa (Logan y Joe), de Sevilla, retratan a un hombre bajo una mascarilla de gas sobre un diseño de sus nombres. Ernesto Cueva y Samuel Suárez, igualmente sevillanos, han pintado ya un fondo naranja con unos seres verdes. Y, finalmente, Tina Bendala, Luis Miguel Corbacho y Federico Jiménez, también de la capital hispalense, han optado por lo que llaman "una composición agradable", diferentes formas sobre fondo gris que tratan de ser alegres.

Mientras ellos dibujan y diseñan, el jurado los vigila. Observan cómo trabajan, cómo actúan ante una pared vacía. Valorarán su técnica, su originalidad y la estética de su obra para premiar la calidad de lo escrito sobre las paredes del cementerio gaditano.

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