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OPERACIÓN POLICIAL CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO

El movimiento de efectivo, alarma para bancos y cajas

Íñigo de Barrón

"Hay varios motivos para que salten la alarmas en una oficina ante un cliente sospechoso, pero el más claro es el movimiento de fuertes cantidades de dinero en metálico", explica un ejecutivo de una de las mayores entidades dedicadas a la banca privada.

Por esta razón, en la Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales rebajó, en su última reforma, hasta los 6.000 euros la cantidad sobre la que hay que declarar "el origen, destino y tenencia de los fondos" de las personas físicas o jurídicas para su entrada o salida del territorio nacional. Esta exigencia afecta a movimientos en efectivo, cheques bancarios o transferencias. Dentro de España, la exigencia se limita a importes superiores a los 80.500 euros.

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"Además de que es sospechoso que un cliente maneje continuamente cantidades en metálico, prácticamente todos los bancos y cajas tienen sistemas internos por los cuales saltan las alarmas en las sedes centrales cuando una oficina mueve más efectivo del habitual o ingresa cheques de alto valor sin que se conozca su origen", explica este ejecutivo. Los auditores internos deben seguir estos movimientos. Hay otras señales de alarma como es la compra-venta de inmuebles a precios muy superiores o inferiores al mercado, así como la excesiva rotación de propiedades.

Otra posibilidad es que se utilice el banco para realizar transferencias a sociedades radicadas en paraísos fiscales, "lo que no es delito, pero hay que dar cuenta al Ministerio de Hacienda y al Banco de España, por lo que no es un vehículo válido para alguien que mueve dinero opaco", explican en el sector. Hasta enero se podía atribuir las transferencias a "uno de nuestros clientes". Ahora se exige una identificación completa. La ley de blanqueo no sólo obliga a los banqueros, sino que cita expresamente a "los notarios, abogados y procuradores, así como asesores fiscales, auditores e intermediarios en actividades inmobiliarias".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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