Pekín revisará la aplicación de la pena de muerte
El Gobierno chino va a revisar el sistema judicial de aplicación de la pena de muerte, con objeto de asegurar que se emplee de forma más prudente, según dijo ayer el primer ministro chino, Wen Jiabao. La reforma incluirá la devolución al Tribunal Popular Supremo la última palabra en la aplicación de la pena capital, una prerrogativa que perdió en los años ochenta.
Wen afirmó, sin embargo, que la pena máxima seguirá en vigor. "Dadas nuestras condiciones nacionales, no podemos abolirla", dijo sin detallar cuáles son estas condiciones. El dirigente chino añadió como justificación que "la mitad de los países del mundo la emplean". "Lo que estamos haciendo es instituir un sistema efectivo para asegurar la prudencia y la justicia a la hora de aplicar la pena de muerte", afirmó el primer ministro.
Pekín se niega a facilitar la cifra de cuántas personas son ajusticiadas cada año, pero, según algunas organizaciones de derechos humanos, superan las 5.000. Se estima que China dicta la mayoría de las condenas a muerte que tienen lugar en el mundo, por delitos que van desde asesinatos a crímenes como corrupción y evasión de impuestos. Algunos expertos legales chinos han pedido que se elimine la pena capital para los delitos que no sean de sangre.
La comisión militar
Por otro lado, la Asamblea Popular Nacional ha aprobado el nombramiento del presidente chino, Hu Jintao, como presidente de la Comisión Militar Central estatal, en sustitución de Jiang Zemin, anterior jefe de Estado, quien entrega así el último cargo de poder que conservaba. Hu es también presidente de la Comisión Militar Central del partido, verdadera responsable de las Fuerzas Armadas chinas.
La celebración del cónclave anual ha estado marcada también por la dimisión -oficialmente por razones de salud- del jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Tung Cheeh-wa. En lo que se considera un movimiento destinado a salvarle la cara, ha sido nombrado vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política Popular China, un organismo ligado a la APN. Tung, que ha recibido fuertes críticas de Pekín por su gestión de la ex colonia británica, ha sido sustituido por su mano derecha, Donald Tsang.
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