EE UU respalda la negociación europea para que Irán paralice su programa nuclear
El Consejo de Seguridad de la ONU aplicará sanciones a Teherán si fracasan las conversaciones
Estados Unidos anunció ayer su respaldo formal a la negociación que Alemania, Reino Unido y Francia mantienen con Irán para que paralice sus programas tecnológicos destinados a desarrollar armas nucleares a cambio de impulsar su entrada en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y otras ventajas económicas y comerciales. Como contrapartida, los tres países europeos están de acuerdo en acudir a la ONU para presionar con sanciones a Teherán si fracasa la negociación. "Me alegro de que hablemos con una sola voz con nuestros amigos europeos", dijo George W. Bush.
El presidente, que dejó a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, ser protagonista del anuncio que implica un cambio político importante, pero que forjó este cambio en su visita a Europa hace tres semanas, añadió: "Estoy deseando trabajar con nuestros amigos europeos para dejar absolutamente claro al régimen iraní que el mundo libre no va a tolerar que tenga armas nucleares". Por su parte, Rice dijo en un comunicado: "Compartimos el deseo de los Gobiernos europeos de procurar que Irán cumpla sus compromisos mediante vías diplomáticas y pacíficas, y este anuncio demuestra que estamos listos para tomar medidas que respalden los esfuerzos europeos en ese sentido".
¿La rectificación de la política de no recompensar con incentivos los intentos iraníes de conseguir armas nucleares equivale a un premio para Teherán? No, según el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher: "No creo que estemos recompensando un mal comportamiento; estamos respaldando un buen esfuerzo de los europeos para que los iraníes cambien su comportamiento".
En la nueva estrategia que coloca primero la zanahoria, EE UU está de acuerdo, si llega a buen puerto la negociación para que Irán paralice su programa de armas nucleares, en facilitar su ingreso en la Organización Mundial de Comercio y permitir que compre repuestos para sus aviones comerciales. La contrapartida que Washington ha conseguido es que si las negociaciones se rompen, los tres países europeos cerrarán filas con EE UU y llevarán el problema al Consejo de Seguridad para que adopte sanciones.
¿Los incentivos serán suficientes para Irán? Clifford Kupchan, vicepresidente del Nixon Center, acaba de estar dos semanas en Teherán y es escéptico: "Es demasiado poco para que las negociaciones avancen o para convencer a los iraníes; creo que lo importante es que europeos y americanos cierran filas sobre Irán". "Hay que dar la bienvenida al cambio", dijo Kupchan a EL PAÍS, "pero lamento que el Gobierno siga sin participar directamente en las negociaciones y, segundo, que no haya puesto encima de la mesa otros asuntos como la eliminación de sanciones, algunas garantías de seguridad y algún papel para Irán en la zona, que es lo que haría que los iraníes renunciaran a su programa nuclear bélico".
EE UU, que sitúa a Irán entre los seis modelos de tiranía del mundo, está convencido de que utiliza su programa nuclear civil como cobertura para desarrollar un programa militar, y es escéptico sobre las posibilidades de que haya progresos en la negociación. "Si esto es un primer paso al que seguirán otros incentivos más potentes, está bien; pero aún no he visto la señal de que el Gobierno esté listo para dar el siguiente paso, porque no cree que la negociación acabará teniendo éxito, porque tiene divisiones internas sobre el asunto y porque hay una fuerte presión del Congreso para que no se negocie", según Kupchan, que cree que hay "un 30% de posibilidades de que esto funcione; si no, lo probable es que nos encontremos con un Irán con capacidad nuclear completamente aislado en la comunidad internacional, lo cual no es bueno para nadie". En su visita a Teherán, Kupchan encontró que los dirigentes iraníes oficialmente afirman que desarrollarán sus planes nucleares pero, en privado, "algunos líderes indican su voluntad de ser flexibles".
Bruselas recibió con satisfacción el cambio de estrategia de EE UU. "Las cosas van bien", dijo una fuente de la UE, conocedora del proceso negociador, informa Ricardo M. de Rituerto. Alemania, Francia y el Reino Unido, con el apoyo de Javier Solana, alto representante europeo para la Política Exterior de la UE, venían insistiendo en que la implicación norteamericana en el proceso negociador era capital para llevarlo a buen puerto.
Los negociadores europeos consideran que la contribución de EE UU da solidez y credibilidad a sus contrapartidas económicas para convencer a los iraníes de renunciar a hacerse con capacidad nuclear militar. Los ministros de Exteriores de los tres países negociadores y Solana enviaron ayer una carta a los restantes socios de la Unión, dándoles cuenta de la marcha de las negociaciones. También señalan que si Irán no coopera plenamente con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), no tendrán "otra salida más que apoyar que el programa nuclear de Irán sea llevado al Consejo de Seguridad".
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