El Síndic achaca las "tensiones presupuestarias" de la Generalitat a la sanidad

El Síndic de Comptes, Rafael Vicente Queralt, achacó ayer al gasto sanitario las "tensiones presupuestarias" que sufre la Generalitat Valenciana. Este diagnóstico del titular de la Sindicatura de Comptes, que compareció ante la comisión de Economía de las Cortes Valencianas para presentar el Informe de Fiscalización de la Cuenta General de la Generalitat correspondiente al ejercicio de 2003, coincide con los argumentos esgrimidos por el Consell del PP en el Plan de Saneamiento Financiero 2005-2007, que achaca parte del déficit valenciano a la insuficiente inversión estatal en sanidad. Rafael Vicente vinculó las obligaciones no reconocidas en Sanidad -las facturas en el cajón, que sumaban 1.121 millones de euros en 2003- con el déficit de financiación sanitaria que arrastra la Comunidad Valenciana desde el traspaso de competencias sanitarias y afirmó que el mismo problema lo sufren otras comunidades autónomas.

La portavoz socialista, Cristina Moreno, afirmó que, al margen del problema de la financiación de la sanidad, que existe en toda España, hay un "problema de gestión" de la sanidad valenciana. Y añadió: "Éste es un problema que tenemos exclusivamente los valencianos, y por eso tenemos plan de saneamiento que otras autonomías no han necesitado". Moreno dijo que algunas de las facturas del cajón han sido "escondidas" para evitar su fiscalización.

El Síndic le recordó que la Junta de Andalucía tramitó hace dos años "una ley especial que liquidó el acumulado de sanidad de años anteriores" y que en Canarias se aprobó "algo parecido". Ricardo Costa, portavoz del PP, precisó que las transferencias en el año 1988 se hicieron "con deficiencias".

Por su parte, Joan Antoni Oltra, portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, advirtió de que la Generalitat va por el camino del peligro de tener un caso como el del interventor de Orihuela, porque, aseguró, las advertencias de la Sindicatura "caen en saco roto". Oltra pidió al Síndic que la institución "extreme el rigor" de su labor de control y que "ate en corto" al Consell en "temas de dinero".