Rajoy alaba el acuerdo de sindicatos y patronal sobre la reforma del Estatuto de Andalucía

El presidente del PP, Mariano Rajoy, apeló ayer a los ocho millones de habitantes de Andalucía, a su "peso político" y a su historia para concluir que la comunidad tiene la "obligación y la responsabilidad" de dar "la batalla" en el debate territorial abierto y, en concreto, en la reforma de la Constitución y de los estatutos de autonomía. Rajoy reiteró esta idea en un acto de partido en Gines (Sevilla), de forma más informal, y en las jornadas organizadas por los empresarios sobre las reformas de los estatutos. En su opinión, Andalucía "no está dando esta batalla".

Pese a que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha reiterado en numerosas ocasiones que Andalucía no tolerará privilegios en las reformas estatutarias, lo que, entre otras cuestiones, ha supuesto una reciente colisión con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, el PP opina que la voz de Andalucía no se está oyendo en el debate abierto en el conjunto de España.

En el mitin celebrado al mediodía en Gines, con militantes y simpatizantes, fue donde Rajoy lo dijo de forma más directa. "Andalucía debe tener un papel protagonista en el debate territorial, no puede estar callada. Es un error colosal", afirmó Rajoy, quien añadió: "Pido que Andalucía asuma ese protagonismo".

Por la tarde, en las jornadas organizadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), el tono del discurso fue diferente, pero el mensaje de fondo fue el mismo. Lo primero que hizo Rajoy fue "alabar" la declaración conjunta de los empresarios andaluces y los sindicatos UGT y CC OO sobre la reforma del Estatuto.

A continuación, el líder del PP hizo una exposición cronológica sobre el debate de la reforma de la Constitución y de los estatutos, que su formación sigue considerando que no son prioritarios y carecen de "demanda social".

Rajoy, en varias ocasiones, tiró de ironía para burlarse de los cuatro puntos que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado que quiere cambiar en la Constitución española. Estos puntos son la mención al tratado constitucional europeo; la mención a las 17 comunidades autónomas; la reforma del Senado y la eliminación de la preferencia del varón en la sucesión de la corona.

Rajoy insistió en que el PP quiere un acuerdo "conjunto" con el PSOE sobre la reforma de la Constitución y de los estatutos. En este sentido, recordó que el apoyo del PP no es necesario para aprobar las reformas estatutarias en el Congreso de los Diputados, pero que sí lo es para una reforma de la Constitución. "No me valen" acuerdos parciales, añadió el líder popular, quien considera que las reformas estatutarias "entrañan más riesgos que la reforma constitucional".

[El consejero andaluz de la Presidencia, Gaspar Zarrías, insistió ayer en que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía debe ser la máxima instancia judicial en la comunidad, lo que se materializará a través de la reforma del Estatuto].

En el acto celebrado en Gines, Rajoy hizo un reconocimiento público que hasta ahora no había formulado ningún dirigente del PP. Así señaló que no se puede ser presidente del Gobierno en España "sin el cariño, el respeto y el afecto" de los "ocho millones de andaluces". De esta manera, Rajoy vino a corregir una tesis que se instaló en su partido tras las elecciones de 2000, cuando el PP consiguió la mayoría absoluta en España sin ganar en Andalucía. Tras las elecciones de 2004, el PP se ha dado cuenta de la importancia de equilibrar el mapa electoral en Andalucía, ya que de los 16 diputados que el PSOE aventaja a los populares en el Congreso, 15 proceden de Andalucía. En este sentido, felicitó a Javier Arenas por "su coraje, ganas y trabajo" y destacó "el enorme servicio que está rindiendo al PP". Arenas volvió a la política autonómica en abril del año pasado, cuando no tenía previsto dar este paso, tras la debacle del PP en Andalucía en las elecciones del 14 de marzo. Rajoy reiteró su compromiso de "recorrer todos los pueblos de Andalucía".