Los centros privados piden al Gobierno autonomía educativa

La Asociación de Centros Autónomos de la Enseñanza Privada (Acade) reclamará al Ministerio de Educación más libertad en todos los niveles para mejorar, a criterio de cada centro, los mínimos contemplados en el sistema educativo español y reorientar su organización administrativa a las necesidades de cada escuela, manifestó el presidente de Acade, Jesús Núñez, tras clausurar en Lanzarote la séptima convención. Esta asociación, que también reclama ayuda directa a las familias cuyos hijos vayan a la privada, reúne a 3.457 centros educativos privados no concertados con 1.138.610 alumnos.

"Si la ley dice que los centros deben impartir tres horas de Matemáticas a la semana, ¿por qué vamos a prohibir a un centro privado, que no recibe ningún tipo de financiación pública, que dé dos horas extra de esta asignatura?", se preguntaba en este foro el catedrático de Métodos de Investigación en la Universidad Complutense, José Luis Gaviria.

Las conclusiones aprobadas en Lanzarote conminan al ministerio a autorizar distintas reformas en los centros privados. Entre estas mejoras, Acade propone que en primaria sólo se pueda repetir una sola vez de curso con más de dos asignaturas y que los alumnos superdotados puedan estar adelantados un curso. En secundaria, se apuesta por eliminar los itinerarios y dar autonomía diferenciada en el proyecto educativo de cada centro "con especial dedicación a afrontar y solucionar el problema del fracaso escolar entre los 14 y 16 años", declaró Jesús Núñez. Según estas conclusiones, los alumnos de Bachillerato podrían obtener la titulación sin prueba de reválida y someterse en estos mismos centros a las pruebas de acceso a la universidad.

Durante las jornadas de Lanzarote se vieron algunos datos relevantes del Informe PISA, una evaluación internacional de resultados educativos. Gaviria advierte de que esta evaluación, donde Finlandia ocupa uno de los primeros lugares y España se sitúa en el 26º, es el termómetro para las enfermedades: "Detecta un mal, pero no aporta soluciones". El catedrático alerta sobre la excesiva homogeneización del alumnado español. "Un sistema educativo sin excesivas diferencias entre los mejores y los peores alumnos es demasiado estable, por lo tanto, malo", concluye.

Gaviria justifica por qué los centros privados producen, por regla general, los alumnos con mejores expedientes, sin valorar excesivamente las condiciones socioeconómicas: "Un centro privado imparte, como media, 190 horas más de clase que uno público y el absentismo de sus profesores es muchísimo menor". A su juicio, la buena educación tiene poco de secreto más allá de la ecuación "mayor número de horas, mejores resultados académicos".