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El Plan Urban de Pasaia sólo ha ejecutado el 30% de las ayudas europeas

El bloqueo de La Herrera obliga al Consistorio a destinar los fondos para otros proyectos

El proyecto de regeneración de la bahía de Pasaia con fondos del Plan Urban avanza con mucha lentitud. En los primeros cuatro años de gestión de las ayudas europeas, sólo se han gastado 6,21 millones de euros, el 30% del total asignado para revitalizar una de las zonas más deprimidas de Guipúzcoa. El Ayuntamiento pasaiatarra, que acumula el mayor retraso por la imposibilidad de intervenir todavía en la zona portuaria de La Herrera, destinará este año parte de la subvención a otras actuaciones no recogidas en el programa Urban para no perder las ayudas.

La ejecución del Plan Urban de Pasaia se está convirtiendo en una atropellada carrera de obstáculos. Desde que la UE aprobó a finales de 2001 la concesión de 20,6 millones para mejorar la fisonomía urbana de la bahía, a 31 de diciembre del año pasado se han gastado y pagado 6,21 millones, cuando la previsión inicial era un desembolso de 13,8 millones para esa fecha. El retraso acumulado obliga a gastar una media anual de 3,5 millones, lo que no se ha conseguido en ningún ejercicio hasta ahora. El plazo para invertir las ayudas europeas se agota en 2006, aunque Bruselas permite alargarlo dos años más.

Pese a la falta de avances significativos, Pasaia es el tercer programa Urban mejor gestionado de los diez proyectos aprobados en España. Sólo le superan Gijón y Jaén, y le sigue por detrás Pamplona, según informaron los representantes de la Comisión Europea durante la visita privada que giraron a este municipio a comienzos de febrero para certificar el estado de las actuaciones emprendidas.

San Sebastián, Lezo y Rentería ya han ejecutado todos sus proyectos. Sólo queda la parte concerniente a Pasaia. La alcaldesa de esta localidad, Izaskun Gómez, del PSE, considera que el Urban se encuentra en un "momento decisivo" y justifica el "parón" en las dificultades que entraña sacar adelante la regeneración del recinto de La Herrera, el proyecto estrella del Urban, un área de 35.000 metros cuadrados que pertenece a la Autoridad Portuaria de Pasajes y donde se prevé invertir la cuarta parte del montante total.

Polígono naval

La Herrera es la pieza clave para transformar la bahía. Ya se han derribado cinco pabellones ruinosos con financiación del Departamento de Medio Ambiente, y el Consistorio ha solicitado el permiso al puerto para demoler otros tres. Aún así quedarían en pie varios bloques más, ocupados hoy por empresas a las que la Autoridad Portuaria les permite continuar con su actividad. Su desalojo exige encontrarles una nueva ubicación. Con este fin, Gómez anuncia que este mismo mes podrían comenzar, con varios años de retraso, las obras de Navalaldea, un nuevo polígono de 17.000 metros cuadrados ubicado en Pasai San Juan para alojar empresas del sector auxiliar de la construcción y reparación de barcos.

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Hasta que Navalaldea sea una realidad, el Ayuntamiento pasaitarra tiene hipotecado su proyecto en La Herrera, que también está sujeto a la posible construcción del puerto exterior, un macroproyecto auspiciado por el PNV del Gobierno vasco y de la Diputación guipuzcoana, que costaría 733 millones de euros. La Autoridad Portuaria supedita la regeneración interior de la bahía a la plasmación de la dársena a mar abierto, por lo que se resiste a desprenderse completamente de La Herrera hasta asegurarse de que su pretensión saldrá adelante.

Todas las intervenciones en La Herrera, agrega la alcaldesa, están pendientes de que se defina la titularidad de los terrenos y su gestión, una vez culminada la reconversión urbana. Gómez propone a la Autoridad Portuaria iniciar un proceso de desafectación de los 35.000 metros cuadrados y la firma de un convenio de cesión de los mismos por un canon simbólico. El Ayuntamiento está abonando en la actualidad al puerto una renta anual de cuatro millones por ocupar un edificio en La Herrera para las dependencias municipales, una cifra que la alcaldesa juzga "desorbitada". La misma cantidad le solicita por organizar actividades culturales durante todo el año en Casa Ciriza, ubicada en la misma zona portuaria.

La imposibilidad de actuar en La Herrera hasta solventen estas diferencias con la Autoridad Portuaria, el Consistorio se ha visto en la "necesidad" de destinar fondos del Urban para costear otras intervenciones en el municipio que no estaban recogidas en el programa europeo. Se financiarán las obras del paseo peatonal de Torreatxe, en San Pedro, y la construcción de escaleras mecánicas para acceder a Pabloenea, la zona alta de Trintxerpe, y su urbanización. "No nos podemos permitir el lujo de perder las ayudas europeas", afirma Gómez. Con esta trampa, Pasaia cumplirá con el gasto que debe justificar ante la UE durante este año. La alcaldesa asegura que esas cantidades se recuperarán con los 1,7 millones que la Diputación se ha comprometido a aportar para el denominado Espacio Paco Rabanne que se erigirá en la parte de La Herrera más próxima a la dársena.

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