20 millones para una familia judía expoliada por los nazis en Berlín

La principal cadena de grandes almacenes de Alemania tendrá que indemnizar con 20 millones de euros a los herederos de una familia judía de Berlín que fue obligada por el régimen nazi a malvender sus propiedades en 1937. El grupo Karstadt-Quelle es el actual propietario de los terrenos donde se alzaban en aquella época las tiendas Wertheim. El suelo donde se econtraban los negocios de la familia judía es ahora uno de los más caros de Berlín.

En la zona donde estaba la sede central de Wertheim, en la Leipziger Strasse, hoy no queda más que el solar y la entrada a una discoteca subterránea llamada Tresor. El solar ya fue vendido por 20 millones de euros, cantidad que ahora tendrán que recibir los herederos. La mayoría de ellos vive en EE UU, algunos con el apellido americanizado de Wortham. En su representación acudió al juicio Bárbara Príncipe, de 72 años, nieta del comerciante judío que construyera un imperio a partir de una pequeña tienda. "Éste es un gran día para nuestra familia", dijo Príncipe, que hasta hace unos años ni siquiera sabía que aún tenía derechos sobre la herencia de su abuelo. Ella, que antes de huir a EE UU se llamaba Bärbel Wertheim, sólo había oído hablar del comercio familiar.

Karstadt-Quelle acaba de sufrir una de sus peores crisis, de la que pudo escapar gracias a dolorosos sacrificios salariales de sus empleados y a una ampliación de capital. La mayor preocupación de la empresa ahora es que el juicio perdido pueda no ser el primero de una serie que les llevaría a perder cientos de millones de euros.

Los inversores reconocieron rápidamente el peligro e hicieron caer en picado las acciones de Karstadt-Quelle en la Bolsa de Francfort nada más conocerse el veredicto. La próxima parcela en litigio podría ser donde hoy se alza el hotel Ritz Carlton, muy cerca de Potsdamer Platz, vendido recientemente por valor de 145 millones. En otro solar de Wertheim se encuentra hoy la biblioteca del Bundestag (Parlamento), a cuya inauguración en diciembre de 2003 fueron invitados Bárbara Príncipe y algunos de sus primos. El Gobierno alemán ha reconocido sus derechos y este arreglo será amistoso.

La familia Wertheim fue obligada a malvender sus propiedades en la campaña llevada a cabo por Hitler contra las empresas judías. Tras la guerra, la ocupación soviética expropió los terrenos que se hallaban en el este de la ciudad. Las parcelas fueron a parar a manos de los almacenes Hertie, adquiridos en 1994 por Karstadt-Quelle.