La sociedad argentina respalda la operación de canje de la deuda

La aceptación del 76,07% de los acreedores del canje de deuda pública impagada en Argentina ha generado un amplio respaldo al Gobierno, que ha salido airoso de la reestructuración de deuda más grande de su historia, aunque se vislumbran problemas con los organismos internacionales. Algunos altos cargos del Fondo Monetario Internacional (FMI) piden que se trate "de buena fe" a los bonistas que no han participado.

La principal agrupación de la banca -la Asociación de Bancos Públicos y Privados- destacó que el canje había sido "un éxito" que reduce de manera significativa la deuda argentina. Por su parte, la patronal argentina subrayó que, más allá de los números, lo importante de la operación es que se había planteado con seriedad desde el primer momento, lo cual ha permitido mantener el canje "con firmeza y capacidad negociadora".

La Bolsa argentina reaccionó de manera positiva con una subida superior al 1% desde la apertura, aunque cerró con un leve aumento del 0,26%. El vicepresidente de la Bolsa de Buenos Aires, Pablo Aldazábal, destacó que ahora es fundamental garantizar la seguridad jurídica.

No todo han sido reacciones positivas en Argentina. El pasado jueves, cuando el presidente Néstor Kirchner anunció el porcentaje oficial de aceptación del canje, criticó duramente a varios economistas argentinos. "Fueron parte del problema, contribuyeron a llevarnos al desastre del que venimos", subrayó el mandatario.

Duras críticas

Ayer algunos de ellos recordaron que Argentina tuvo que triplicar su oferta inicial del canje para que la oferta fuera aceptada internacionalmente y que, a pesar de todo, sigue habiendo un 26% de bonistas que no han querido aceptar la operación.

Precisamente sobre estos inversores se pronunció ayer desde Roma el director ejecutivo del FMI para Italia, Pier Carlo Padoan, que pidió que Buenos Aires trate de "buena fe" a los que han rechazado el canje, y opinó que el Gobierno de Kirchner debe aclarar cómo piensa abordar esa situación. "El Fondo no puede prestar a países que no se comportan de buena fe", destacó Padoan en unas declaraciones que causaron irritación en Buenos Aires, donde se considera que este argumento es muy pobre a la vista de la transparencia con la que se ha realizado la operación. En principio, el Ejecutivo argentino no tiene previsto reabrir el proceso. De hecho, hace dos semanas hizo aprobar una ley que impide modificar la oferta.

No obstante, desde México, el subdirector gerente del FMI, Agustín Carstens, calificó de "muy buenos" los resultados del canje, aunque añadió que el organismo todavía tiene que estudiar en detalle el resultado.