Jorge Drexler no muere de éxito
El cantante, que ayer celebró en Madrid el Oscar a la mejor canción, asegura que no aspira a convertirse en una estrella
La vida de Jorge Drexler (Montevideo, 1964) ha dado un giro inesperado. Con la cara de cansancio que dejan tres días sin dormir, pero agarrado fuerte al Oscar obtenido por su canción Al otro lado del río, el músico contaba ayer que espera que "el empujón mediático" que genera el premio le permita trabajar con mejor infraestructura y en teatros más grandes. "No quiero ser una estrella. El éxito y la fama son un efecto colateral, y a veces pueden ser perniciosos".
El lunes, horas después de conocerse el premio en España, se puso a la venta Eco2, una reedición de su último disco en la que, entre otras canciones nuevas, se incluye Al otro lado del río y un DVD.
Drexler ha intentado mantener su agenda de actuaciones: hoy actúa en Utebo y mañana en Villanueva de Gállego, dos localidades aragonesas; el domingo parte para Brasil, en una gira que luego le devolverá a Europa, donde tiene previsto cantar en varios países, y ya se negocia una gira por Estados Unidos. Pero no sólo le llueven las galas. Dos jefes de Estado han pensado en él en esta semana. Drexler contó cómo el nuevo presidente de su país, Tavaré Vázquez, le nombró en uno de los discursos de toma de posesión, y que Rodríguez Zapatero le ha enviado una carta.
Por primera vez desde que llegó a Madrid hace 10 años siguiendo el consejo de su amigo Sabina, Drexler se subió ayer al escenario de la sala Galileo sin su guitarra. Arropado por los vídeos de la ceremonia de los Oscar y escenas de la película Diarios de motocicleta, el cantante añadió que es "un honor y una responsabilidad" recibir el Oscar, puesto que es la primera vez que se premia una canción en español.
Agradeció a los miembros de la Academia que votaran por una canción "arriesgada" y "en un idioma distinto".
Sobre la polémica creada en torno a la gala recalcó que sólo ha criticado la producción del show televisivo porque fueron los que no quisieron que cantara durante la celebración. Defendió a Antonio Banderas -"ha sido un espía y un colega"- cuando un periodista trató de burlarse de la interpretación que hizo de Al otro lado del río acompañado de Carlos Santana. "Es peligroso andar por la vida riéndose de todo el mundo y de eso habla mi canción", dijo. "De todas las críticas, la mejor es la autocrítica". Apoyó también la actitud de Gael García Bernal que, como protesta, se negó a presentar la canción -"hizo lo que le pedía el corazón"- y tuvo palabras de agradecimiento para Salma Hayek, que fue capaz de salirse del guión y hacer una presentación muy cariñosa del tema premiado: "¿Si no lo hago yo, quién lo iba a hacer? ¿Algún angloparlante que no conoce la canción?". Eso fue lo que la actriz le contó a Drexler después de la ceremonia, en una de las fiestas. Con "el muñeco", como él llama cariñosamente a la estatuilla dorada, viajará en cuanto pueda a Uruguay. Allí viven sus padres -"hablo con ellos a diario"- y es su país, pero el músico se reconoció de dos países: "La capacidad de amar lugares es como la de amar personas".
Babelia
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