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Columna
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Donaciones

El Ayuntamiento de Estepona ha establecido el día del domund urbanístico. De vez en cuando, el equipo de gobierno saca la hucha y recoge donativos de promotoras y constructoras que operan en el municipio. A los que contribuyen, se les pone una banderita. Pero no en la solapa de la chaqueta. Se la colocan en los terrenos donde van a empezar a construir, con el logotipo de la empresa y el dibujo de la promoción. Oficialmente, son fondos que provienen de convenios urbanísticos. Y todo tan legal, que a veces incluso pasa el dinero por tesorería antes de que el acuerdo esté autorizado. La política en Estepona, como el urbanismo, está llena de filántropos. El socialista Antonio Barrientos gobierna por una donación. La de los votos de ex concejales del GIL. El PP también tuvo la alcaldía por el apoyo rumboso de otros ex ediles gilistas. Éstos, antes de convertirse en benefactores, tuvieron la responsabilidad de la hucha. Durante cuatro años fueron los encargados de recoger el cepillo y el resultado lo investiga el Tribunal de Cuentas, tras no localizar los justificantes de 24 millones de euros completamente anónimos.

El PSOE ahora, y antes el PP, tiene una papeleta en Estepona. El engorroso asunto se le fue de las manos también a IU, que salió por la puerta falsa del pacto y dejó su hueco al edil andalucista. Hoy en día, en Estepona, los cuatro partidos que abrazaron el pacto antiGIL en la Costa del Sol se han turnado en el equipo de gobierno, pero los únicos inamovibles en los sillones desde el año 1995 son los concejales del GIL. Todos. O parte de ellos. En Estepona vuelve a haber ruido. Porque allí lo que se da se quita. Y a nadie le sale la mano maldita. En este municipio hay tradición con las donaciones. Hace años una familia legó tres millones de metros cuadrados de terrenos para permitir que las mujeres del pueblo sin capacidad económica pudiesen estudiar. La millonaria herencia, que se conozca, no ha permitido que mujer alguna haya recibido una beca para hacer, tan siquiera, la o con un canuto de caña. Hay cosas que sólo vienen a demostrar la difícil conjugación que tiene la donación, la construcción y el hecho de ser uno de los municipios con la mayor reserva de terrenos de la Costa del Sol.

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