A vueltas con los embriones donados
Últimamente hay quien se felicita en Andalucía de que haya matrimonios que donen un embrión fecundado in vitro para la investigación por ejemplo, o para curar enfermedades. Aparentemente se trata de un acto de generosidad altruista. Pero de fondo parece que falta una idea clara, antropológicamente correcta, de lo que es un embrión, que no es sino una persona humana pequeñita, con un desarrollo embrionario en potencia. Me parece a mí que no podemos destinar, por tanto, personas humanas a ser como ratas de laboratorio. También en los campos de concentración nazis se destinaban judíos para experimentación, para sacar jabón, botones o se utilizaban como conejillos de indias para experimentar con nuevas medicinas. Ojo en qué caemos.
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