La policía sitúa en la cúspide de la red del 11-M al jefe europeo de Al Qaeda
La policía ha situado en la cúspide de la trama que organizó el 11-M al supuesto jefe de Al Qaeda para Europa, Abu Duhan Al Afgani, a cuyo nombre fueron reivindicados los atentados y quien también aparece citado en un documento, de diciembre de 2003, en el que un grupo de intelectuales islamistas radicales instaba a atacar a España "antes de las elecciones generales de marzo del año que viene" para forzar la retirada de las tropas españolas de Irak. La verdadera identidad de este personaje es aún un misterio. Hace un mes, los investigadores especularon que podría tratarse de Yousef Beldhaj, detenido en Bélgica por su presunta relación con la matanza, pero su papel se ha ido rebajando hasta el de un mensajero de la jefatura de la red de Bin Laden en España. La policía se inclina ahora por dos personajes: Mustafá Setmarian, un sirio español por cuya cabeza Estados Unidos ofrece cinco millones de dólares, y Amer el Azizi, un marroquí huido que estuvo en la cumbre de 2003 en Turquía en la que se ordenó a los islamistas que atacasen allí donde vivían.
16 islamistas (siete de ellos, los suicidas de Leganés) participaron en los atentados de los trenes
La policía sostiene que cinco de los implicados en la matanza de los trenes permanecen huidos
La investigación mantiene que El Tunecino es el cerebro del 'comando' criminal de Madrid
La Comisaría General de Información ha elaborado un vasto organigrama, en cuya clave ha colocado al citado Abu Duhan (o Duhana). Este fue el nombre invocado por el islamista vestido de blanco (el color de luto ritual árabe) que reivindicó los ataques en el vídeo recogido en una papelera junto a la mezquita de la M-30, el 13 de marzo. En esa grabación, el comunicante se identifica como "portavoz del ala militar de Ansar (partidarios) de Al Qaeda en Europa, Abu Dujan Al-Afgani".
"Influencia ideológica"
En paralelo a él, destacados por su "influencia ideológica", se sitúan Hichan Tensaman Jad, un imán de Toledo que fue extraditado a Marruecos el 12-M, y Mustafá el Maimouni. Ambos están presos en Marruecos por su presunta relación con los ataques suicidas de Casablanca del 16 de mayo de 2003 y ambos participaron en las reuniones en la casa de Faisal Allouch en las que se jaleaba la guerra santa más sangrienta.
Esas reuniones eran a menudo espoleadas por Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino, amigo de Maimouni, y que habría recogido los restos de la célula de Al Qaeda supuestamente creada en Madrid por el citado Setmarian y también por Edwin Iman Barakat Yardas, Abu Dahdah, preso por su supuesta relación con los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
El Tunecino, presunto cerebro de la célula local que hizo los ataques, habría dejado "la planificación operativa" de la masacre a Allekema Lamari (condenado por pertenencia al Grupo Islámico Armado y en libertad por un error judicial) y a Jamal Ahmidan, el Chino. El primero tendría la cualificación técnica para montar la matanza, mientras el segundo tenía los contactos y los medios para conseguir la Goma 2 y los detonadores que finalmente fueron robados en Asturias.
El organigrama indica que ambos estaban ligados a Amer el Azizi y a Rabei Osmal Al Sayed, Mohamed el Egipcio. El papel de este último ha ido perdiendo importancia en las últimas fechas, ya que aunque se sabe que conocía a varios de los miembros del comando y quizás parte de sus planes, muchos investigadores lo consideran "un bocazas", que presume ante un acólito para darse importancia.
La policía considera que 18 personas tuvieron una "participación directa en los atentados", aunque no todos colocaron las bombas en los trenes. Siete de ellos están muertos: Jamal Ahmidan, Abdehhabi Kounja, Lamari, el Tunecino, los hermanos Rachid y Mohamed Oulad y Rifaat Ahuar Asri. Otros seis están en prisión: Mohamed Bouharrat, Otman el Gnaout, Jamal Zougam, Hamid Ahmidan, Basel Ghalyoun y Hicham Ahmidan. Y cinco están huidos: Daoud Ouhnane, Said Berraj, Mohamed Afallah, Abdelmajid Bouchar y Mohamed Belhadj.
Los investigadores están convencidos de que fueron entre 10 y 13 los terroristas que subieron a los trenes, uno por mochila, por lo que alguno de los 18 citados no habría colocado bomba alguna, pero sí estuvieron implicados en la preparación de los atentados, con pleno conocimiento.
Si todo es como figura en este organigrama, en la planificación, financiación y ejecución de los atentados participaron más de una veintena de supuestos terroristas, más otros ocho colaboradores de varias nacionalidades (Marruecos, Siria, Egipto, Argelia, Túnez y Arabia Saudí).
La comisión de la matanza se habría visto seriamente cuestionada si este pelotón no hubiera contactado con la trama de Asturias, donde han sido detenidas 18 personas. El intermediario fue, según todo lo conocido, Rafá Zouhier, quien enlazó a los radicales con el grupo de asturianos supuestamente dirigido por José Emilio Suárez Trashorras. En total han sido detenidas 78 personas por estos atentados, de los que permanecen en prisión una treintena.
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