Cultura y economía
Mecenas fue un noble romano de origen etrusco, partidario y amigo del emperador Augusto, cuya principal función fue fomentar las artes y la literatura durante gran parte de la época imperial. Sus labores como promotor cultural y excelente financiero permitieron un florecimiento de la cultura tan extraordinario que incluso hoy llamamos por su nombre a los que protegen y promocionan la cultura.
Es más necesario cada vez activar los mecanismos de coordinación entre la cultura y los sectores económicos ya que la repercusión de las actividades culturales en la economía es cada vez mayor: 4,2 millones de europeos se dedican a actividades profesionales vinculadas al mundo de la cultura, las actividades culturales representan el 2,5% del empleo en la UE, la cultura en España, y en Andalucía, en términos de PIB, representa aproximadamente un 6%. Por ello resulta paradójico la escasez de trabajos sobre la importancia de la cultura en la economía del país, así como la escasez de indicadores fiables, objetivos y consensuados que midan el impacto real de la cultura en la economía.
Como cada vez más se reclama un papel activo del sector público en el fomento de las actividades culturales, sería necesario facilitar e incentivar el acceso y el concurso de la iniciativa privada en la financiación de actividades y proyectos culturales, abriendo un debate sobre la eficiencia real de la Ley de Mecenazgo, propiciar un debate sobre la posibilidad de establecer incentivos fiscales, promover la creación de fundaciones público-privadas que puedan canalizar inversiones para actividades culturales.
Según la Comisión Europea (CE) las expectativas de crecimiento del empleo en el sector cultural europeo se caracterizan por la aparición de un nuevo tipo de empleador emergente en forma de emprendedor individual o de trabajador emprendedor cultural. Las empresas de este sector son pequeñas, ya que sólo un 13,2% de las mismas emplea a más de 50 personas; de ahí la importancia de analizar el sector cultural a efectos de disponer de los instrumentos adecuados para establecer las políticas públicas de apoyo a estos emprendedores culturales, figura a valorizar y profesionalizar. Siendo necesario conocer mejor, divulgar y reforzar los factores que inciden en la creación de empresas culturales habría que realizar un diagnóstico acerca de la situación real de las empresas de carácter cultural en Andalucía ya que son pocas las investigaciones realizadas en este campo y escasos los datos reales de los que se dispone.
La consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, en el marco del VI Acuerdo de Concertación Social de Andalucía, está decidida a impulsar un plan de trabajo que permita la identificación de los factores que promueven o inhiben el proceso de promoción y creación de empresas culturales, teniendo éstos identificados podrán orientarse políticas públicas de apoyo a la función empresarial y creación de empresas culturales; también debe identificar las debilidades que plantea nuestro sistema institucional para la creación de empresas culturales para establecer políticas institucionales y económicas que fomenten su desarrollo; debe también identificar el perfil (género, edad, grupo social, nacionalidad,...) del emprendedor cultural al objeto de determinar si existe un patrón o estereotipo social así podrían impulsarse acciones específicas para el desarrollo de este tipo de emprendedores.
En resumen, ya que persiste un vacío conceptual y metodológico sobre el "peso" de la cultura en el PIB Andaluz, es relevante e imprescindible profundizar en el conocimiento de la realidad económica del sector cultural así como evaluar rigurosamente sus potencialidades (en términos de creación de actividad y de empleo) a fin de contribuir al crecimiento de Andalucía a través de la articulación de una economía de la cultura que, a la vez que permite la recuperación y conocimiento de la cultura andaluza, la entiende como un recurso en favor del desarrollo de nuestra tierra: así la cultura sería un servicio a la sociedad andaluza pero también un sector susceptible de un tratamiento económico que ayude al crecimiento de Andalucía, por ello debemos valorizar y resaltar las aportaciones a las actividades culturales de las empresas andaluzas para conseguir que éstas entiendan como una aportación a la sociedad las cantidades destinadas a cubrir el espacio de ocio de los ciudadanos con cultura.
Rosario Torres Ruiz es consejera de Cultura
