A Peter Benenson
En 1961, dos estudiantes brindaban por una soñada libertad en un restaurante de Lisboa, un gesto que les costaría siete años de cárcel en el Portugal de la dictadura de Salazar, pero un gesto que movería a Peter Benenson, fallecido el pasado viernes, a crear Amnistía Internacional en Londres y a concienciar al mundo de la represión que sufrían los presos políticos en las cárceles franquistas, un inglés que como aquellos brigadistas hizo más contra nuestra dictadura que la mayoría de los españoles de la época. Hoy, la situación en muchos rincones del mundo no es mucho mejor que en aquella Europa, pero su legado seguro que inquieta a torturadores y dictadores; por ello, simplemente gracias.
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