"Irak fue el primer paso, y pronto nos tocará a Irán y Siria"

El presidente sirio, Bachar el Asad, es muy directo: "¿Somos nosotros el próximo objetivo de Israel y la Casa Blanca? Está decidido esto desde hace ya tiempo... Irak fue el primer paso y pronto nos tocará a Irán y Siria. No lo sé; en nuestra región y en estos tiempos, todo es posible...".

Para El Asad, que ya lleva cinco años al frente del Gobierno de Damasco, "el lenguaje de la Casa Blanca presagia una campaña similar a la que precedió a la guerra de Irak. (...) Nos quieren imputar la responsabilidad moral por la muerte del ex primer ministro libanés Rafik Hariri. No obstante, el debate sobre lo que sucedió en Beirut está mal encaminado. Para nosotros, cualquier relación con el asesinato de Hariri es equivalente a un suicidio político. Por tanto, la pregunta obligada es ésta: ¿a quién ha beneficiado este atentado? A nosotros, a Siria, desde luego que no. (...) En el imaginario occidental, Siria e Israel son los principales sospechosos, pero dentro de Líbano hay grupos capaces de llevar a cabo un gran atentado".

El presidente sirio reconoce que la presencia de las tropas de su país en Líbano se ha extendido en torno a una década más de lo previsto, pero justifica la permanencia de soldados sirios con los siguientes argumentos: "Hay que observar la historia reciente: la guerra civil terminó en 1990. Después, la intención era reconstruir el Ejército [libanés], reedificar el país sobre la base de un Estado laico y no confesional, etcétera. Todo esto está en el acuerdo de Taif y se está cumpliendo. La segunda parte es que, según una cláusula del propio acuerdo, los gobiernos de los dos países deben pactar la retirada definitiva de las tropas. No obstante, el 60% de nuestros soldados ya se ha retirado de Líbano".

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