Kirchner descabeza la Fuerza Aérea por el escándalo del tráfico de drogas

El presidente argentino, Néstor Kirchner, destituyó ayer a la cúpula de la Fuerza Aérea como resultado del escándalo generado por el descubrimiento en septiembre de 60 kilos de cocaína (valorados en un millón de euros) con destino a Madrid. El jueves, el presidente ya destituyó al jefe del Ejército del Aire, Carlos Rodhe, y por el mismo motivo otros 17 altos mandos pasaron ayer a retiro forzoso.

La droga llegó a Madrid el 17 de septiembre, en un avión de la compañía Southern Winds, en cuatro maletas etiquetadas como "Embajada argentina en España" que nadie acudió a recoger. La compañía denunció los hechos y el 28 de diciembre un juez argentino ordenó la detención de tres empleados de Southern Winds. Uno de ellos es Walter Beltrame, hijo del jefe de la Fuerza Aérea en el aeropuerto de Ezeiza, desde donde salieron las maletas. La significativa cantidad de droga sorteó todos los controles sin problemas y llegó hasta el aeropuerto de Barajas. En Ezeiza, una parte de los controles antidroga y antiexplosivos los realizan empresas privadas de seguridad y otra la Fuerza Aérea. En medio del escándalo, el Gobierno no titubeó en destituir al militar responsable de Ezeiza y a la cúpula de la Fuerza Aérea.

La decisión de Kirchner viene motivada porque la Fuerza Aérea sabía lo que había ocurrido desde el pasado mes de octubre, pero no informó ni al Ministerio de Defensa ni a la presidencia, de modo que cuando Kirchner se enteró del asunto, su ministro de Defensa, José Pampuro, ignoraba completamente el escándalo. Fuentes gubernamentales subrayaron que no se trata de que la Fuerza Aérea esté implicada en el tráfico de drogas, sino de que se ha producido un "grave ocultamiento" de los militares a las autoridades civiles.

A pesar de la reacción del Ejecutivo, diversos líderes de la oposición denunciaron ayer la falta de autoridad del Estado en sectores estratégicos de la vida argentina. Ricardo López Murphy, líder de RECREAR, apuntó contra el presidente, a quien consideró responsable por su condición de comandante en jefe de la Fuerza Aérea. Otros líderes de la oposición exigieron el cese de las ayudas estatales a la compañía Southern Winds.