La reciente ola de frío provoca subidas hasta del 80% en el precio de las hortalizas
El campo espera un incremento de las importaciones que ayude a estabilizar el mercado
La ola de frío que ha azotado el campo en la última semana de enero, fundamentalmente en el área de la Comunidad Valenciana, Murcia y Almería, se ha traducido en una fuerte subida de los precios del conjunto de las producciones hortícolas. Estos incrementos oscilan entre unos mínimos del 10% hasta aumentos que llegan al 80% en las producciones más afectadas, como en el caso de las lechugas. Pimientos y pepinos se han encarecido un 66%. El sector espera un cierto recorte de la demanda y sobre todo un incremento de las importaciones desde terceros países para estabilizar los precios.
Los efectos de la ola de frío, con fuertes heladas en buena parte del país, se han detectado tanto en los cultivos al aire libre como en los invernaderos. Los daños más importantes se han concentrado en las superficies y producciones no protegidas bajo plástico. Según los datos de Mercamadrid, los mayores incrementos de precios en ese periodo se han registrado en producciones como la lechuga, con subidas medias de hasta el 80% entre la segunda quincena de enero y la primera semana de febrero, hasta los 90 céntimos el kilo.
Pimientos y pepinos han experimentado incrementos del 66% en igual periodo. La alcachofa es otra de las producciones más dañadas entre los cultivos al aire libre, con subidas del 42%. La berenjena se ha encarecido un 36%. Mientras tanto, las judías verdes experimentaron un incremento del 21%, y un kilo cuesta ya cuatro euros. En principio, las subidas más bajas se han concentrado en los tomates: entre un 7% y un 17%.
Respecto a los precios en origen, los mayores incrementos se han registrado en los pepinos, con una subida del 41%, según los datos del Ministerio de Agricultura. El calabacín ha subido un 38%; un 30% la judía verde y un 15% la berenjena.
Medios agrarios y de la Administración coinciden en reconocer que, como consecuencia de las heladas, se ha producido un recorte en la oferta que ha provocado la subida de los precios. Pero las mismas fuentes consideran que existe el riesgo de que, ante este problema en una serie de producciones agrícolas, se aproveche la ocasión para un incremento indiscriminado de los precios de todos los productos.
A casi dos semanas de la ola de frío, el sector agrario trabaja para poner en marcha nuevas campañas de siembra en cultivos como lechuga, brócoli, melón o sandía, donde es posible lograr nuevas producciones en el plazo de dos meses. En este caso, frente a los precios altos de este momento, se teme que a partir de abril se pueda producir un incremento de la oferta con fuertes bajadas de los precios. Por el contrario, no es posible replantar nuevas cosechas de pepino o tomate.
Según los datos de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, los efectos de la ola de frío se pueden traducir en un recorte de las exportaciones en una media del 20% ante la segura caída de las ventas hasta abril. Las diferentes administraciones siguen con la evaluación de los daños de las heladas, que en conjunto se considera no llegan a los 1.500 millones de euros estimados por el sector. Las aseguradoras evalúan el coste en 100 millones de euros.
Por otra parte, los precios del aceite de oliva en origen experimentaron una subida en los últimos tres meses de casi el 30%, según datos del sector. Frente a unas cotizaciones para un tipo de aceite de calidad media de 2,16 euros el kilo, los precios han llegado a 2,80 euros en origen.
Aceite más caro
A causa de estas subidas, los industriales han comenzado a trasladar ese incremento al consumo, con unos aumentos en el entorno del 10% y 11%.
La campaña pasada, con una producción récord de 1.416.000 toneladas, los precios experimentaron una subida similar a finales del primer trimestre del año por la existencia de unas reservas mínimas de sólo 90.000 toneladas y, sobre todo, por las malas cosechas en el exterior. Ello se tradujo en una avalancha de exportaciones hasta el récord de 632.000 toneladas, de las que la mitad fueron para Italia.
Este año, por el contrario, se inicia la campaña con una reserva máxima de 313.000 toneladas.Sin embargo, a causa de las malas condiciones meteorológicas y especialmente por la sequía, la cosecha ha caído de unas previsiones iniciales superiores al millón de toneladas a una cifra que previsiblemente no llegará a las 900.000 toneladas.
De cara a esta campaña, se baraja una demanda interior de unas 600.000 toneladas frente a las 631.000 toneladas de 2004. Por otra parte, frente a unas exportaciones de 632.000 toneladas, se espera que este año éstas no pasen de las 450.000 toneladas. Los precios, altos actualmente en el mercado interior, prevén igualmente la posibilidad de que las importaciones superen las 60.000 toneladas del pasado año.
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