El peso de la fama

Madrid

Sobre la figura de Thomas Mann se sigue hablando con frecuencia 50 años después de su muerte. Ocurre, sin embargo, que a veces se trata más de las circunstancias que rodearon su vida y no tanto de su amplia obra, brillante y difícil, muchas veces desconocida, tantas veces sepultada por el peso de la fama de su autor.

Su presunta homosexualidad, la complicada relación con sus hijos -uno de ellos, Klaus, se suicidó-, su posición respecto a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Todo eso pasó a primer plano. Los libros quedaron detrás.

Nació el 6 de junio de 1875 en Lübeck, en el seno de una familia de comerciantes. Su hermano mayor -él era el segundo de cinco- fue el también escritor Heinrich Mann. Los Buddenbrook, publicada en 1901, fue su primera novela, y abrió heridas. Narraba la decadencia de una familia de comerciantes de la ciudad hanseática en la que había nacido y muchos de los influyentes burgueses del lugar se reconocieron en las ridículas figuras que Thomas Mann puso en escena.

Tonio Kröger (1903), La muerte en Venecia (1912), La montaña mágica (1924), la serie de cuatro novelas de inspiración bíblica José y sus hermanos (1934-1944), Doctor Faustus (1947) o Confesiones del estafador Felix Krull (1954) fueron otras de sus obras importantes. En 1929 le concedieron el Premio Nobel.

Salió de Alemania con la llegada de los nazis y residió en Suiza. Luego se instaló en Estados Unidos en 1938, y adquirió esa nacionalidad en 1944. En 1953 volvió a Suiza, donde murió hace 50 años.