Israel y Palestina anunciarán hoy un alto el fuego tras cuatro años de Intifada
Egipto y Jordania tienen previsto restablecer sus relaciones diplomáticas plenas con Israel
El presidente palestino, Mahmud Abbas, y el primer ministro israelí, Ariel Sharon, anunciarán hoy un alto el fuego "bilateral" y "total" en la cumbre que celebrarán en la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij, a la que asistirán el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el rey de Jordania, Abdalá II. La proclamación del cese de hostilidades supone el principio del fin de la segunda Intifada. Pero, además, esta cumbre servirá para que Egipto y Jordania restablezcan las relaciones diplomáticas plenas con los israelíes, que fueron congeladas en protesta por la represión militar sobre los palestinos.
"Hemos acordado que en la cumbre habrá una declaración conjunto de cese de hostilidades de las dos partes", aseguró ayer el ministro palestino y jefe del equipo negociador, Saeb Erekat. Las palabras del portavoz de la Autoridad Palestina fueron refrendadas por fuentes israelíes, quienes, sin embargo, se negaron a dar más precisiones sobre los términos en los que se anunciará esta tregua.
Las declaraciones del ministro Erekat sirvieron ayer para tranquilizar los ánimos y disipar las dudas con respecto al éxito de la cumbre de Sharm el Sheij, sobre todo después de que se suscitaran entre israelíes y palestinos graves controversias sobre uno de los puntos clave de negociación: la liberación de los presos palestinos, que los grupos radicales consideraban como condición sine qua non para ratificar la prolongación del cese de la violencia, establecida en los territorios de Gaza y Cisjordania desde hace casi tres semanas.
La declaración de alto el fuego se produce justo cuando se cumple un mes de la elección de Mahmud Abbas como presidente palestino en sustitución de Yasir Arafat, fallecido el 11 de noviembre. El nuevo rais ha logrado en un tiempo récord cumplir uno de los principales puntos de su campaña: desactivar la segunda Intifada, que se inició en septiembre de 2000 y que se ha saldado con más de 4.000 muertos, y emprender el camino de la paz, siguiendo los pasos pautados en la Hoja de Ruta, el plan de paz firmado en junio de 2003 en la cumbre de Aqaba en presencia del presidente George W. Bush.
La tregua que se anunciará hoy en esta localidad turística del mar Rojo -paradójicamente, fue desde 1971 a 1982 el asentamiento judío de Ophira- no es la primera que se anuncia desde que estallara la Intifada. La última se decretó el 29 de junio de 2003, 25 días después de la firma de la Hoja de Ruta. Aquella tregua se rompió 52 días más tarde, sumiendo a israelíes y palestinos en un nuevo ciclo de violencia. Esta tregua llega rodeada de incertidumbres y desconfianzas, aunque todos desean que sea la definitiva.
La cumbre de Sharm el Sheij, que sólo durará cuatro horas, no sólo acercará a israelíes y palestinos. La reunión servirá también para reconciliar plenamente a Jordania y Egipto con Israel, restableciendo a continuación las relaciones diplomáticas que permanecen congeladas desde noviembre de 2000, como protesta por la represión desproporcionada que las tropas ejercieron contra la población palestina. Egipto optó de manera abierta por la retirada de su embajador, Mohamed Batumi, mientras que Jordania actuó de manera más sutil: no nombró a un nuevo representante diplomático tras el fin del mandato del antecesor.
La cumbre de hoy se ve complementada con un mensaje de buena voluntad que el presidente sirio, Bachar al Assad, ha enviado en las últimas horas a Israel, en el que asegura que está dispuesto a negociar "sin condiciones previas", reanudando de esta manera las conversaciones establecidas con el Gobierno laborista de Ehud Barak y que se vieron truncadas en enero de 2000. El régimen sirio transmitió ayer la propuesta al emisario europeo en la zona, Marc Otte, quien a su vez lo difundió a la prensa. La resolución de este contencioso permitiría zanjar la cuestión de los Altos del Golán, en poder de Israel desde 1967, y las actividades de la guerrilla fundamentalista libanesa Hezbolá.
Pero la reunión de hoy producirá además unos efectos colaterales importantes: el fin del aislamiento del primer ministro israelí, Ariel Sharon, su reconciliación con sus vecinos árabes, pero sobre todo el fortalecimiento del eje Ammán-El Cairo-Tel Aviv, bajo la tutela de EE UU. En conclusión, la configuración de un "club de los moderados de Oriente Próximo" en oposición a los "Estados radicalizados", es decir el enemigo.
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