EE UU designa a un general para que coordine la seguridad entre los dos bandos
Condoleezza Rice promete ayuda económica a Mahmud Abbas y le invita a la Casa Blanca
Ayuda, mediación, dinero y un general. Eso es lo que prometió ayer en Ramala la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, tras reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abbas (también llamado Abu Mazen). Rice anunció que el general norteamericano William Ward será el encargado de coordinar los espinosos asuntos de seguridad entre israelíes y palestinos y "ayudará a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a reformar sus fuerzas de seguridad a fin de supervisar la situación". Abu Mazen anunció, por su parte, que ya ha logrado un acuerdo de tregua de las facciones palestinas.
Mahmud Abbas dijo que "el pueblo palestino está comprometido con el alto el fuego y ahora le toca el turno a los israelíes de declarar una tregua". A pocas horas del inicio de la cumbre de Sharm El Sheij (Egipto), Abu Mazen siente que ha hecho los deberes y ayer afirmó ante Rice que su Gobierno "sigue comprometido con la Hoja de Ruta", el plan del cuarteto Internacional (EE UU, Rusia, Unión Europea y la ONU) para una solución pacífica al conflicto entre israelíes y palestinos.
Como signo de aprobación de la Administración estadounidense ante los nuevos aires de diálogo, Rice extendió a Abu Mazen y al primer ministro israelí, Ariel Sharon, una invitación para reunirse en los próximos meses con el presidente George W. Bush en la Casa Blanca. Rice reiteró ayer ante los líderes palestinos que el presidente norteamericano "sigue comprometido personalmente con la creación de un Estado palestino democrático que viva en paz junto al Estado de Israel".
La notoria satisfacción de Abu Mazen tras su reunión con Rice aumentó cuando ésta anunció una ayuda económica de 40 millones de dólares (que serán transferidos en los próximos tres meses) para el impulso y creación de empleos e infraestructuras en Gaza y Cisjordania. Rice, que también se reunió con el primer ministro, Ahmed Qurea, Abu Alá, elogió al nuevo liderazgo palestino, y reconoció "estar alentada y satisfecha" por las medidas tomadas desde que Abu Mazen accedió al cargo.
Desde Ramala, Rice también lanzó una advertencia a Sharon. "La desconexión israelí de la franja de Gaza es un paso valiente y dramático. Pero debe realizarse en el plazo establecido, sin retraso alguno". Respecto a la función del general Ward, Rice quiso ser muy explícita, rebajando las expectativas que podrían crearse a su llegada: "Su labor estará exclusivamente relacionada con la seguridad, que es un factor básico para hacer avanzar el proceso de paz. El general vigilará que las dos partes cumplan sus compromisos en esta materia. A nivel político, EE UU prefiere que israelíes y palestinos resuelvan sus diferencias directamente. En estos momentos, consideramos que podemos ayudar mucho más en la cooperación a nivel de seguridad".
Liberación de presos
Eso sí, el anuncio de Rice del envío del coordinador norteamericano se produjo tras recibir la promesa de Abu Mazen de que perseguirá y juzgará a los terroristas que mataron a tres guardaespaldas estadounidenses en un atentado contra una delegación diplomática en octubre de 2003 en la franja de Gaza. En Ramala, se vivió ayer con mucha expectación la visita de Rice, teniendo en cuenta que la ex consejera de Seguridad Nacional fue una de las personas que más influyó en el boicot de Bush hacia el primer presidente palestino, Yasir Arafat. Su presencia en la Muqata, el símbolo de la lucha palestina, fue visto como la vuelta a la normalidad en las relaciones entre la Autoridad Nacional Palestina y EE UU. En las calles de la ciudad de Gaza, miles de palestinos, la mayoría seguidores de Hamás y Yihad Islámica, se manifestaron con una sola exigencia destinada a Abu Mazen: que condicione cualquier reanudación del proceso de paz con la liberación de los presos palestinos en cárceles israelíes.
Por otro lado, el ministro israelí de Defensa, Saúl Mofaz, que también se reunió con Rice, avisó ante los esfuerzos de los radicales palestinos de cometer un atentado para boicotear la cumbre de Sharm El Sheij. Fuentes palestinas confirmaron a este diario que el grupo libanés proiraní Hezbolá ha aumentado los incentivos económicos que ofrece a activistas palestinos para cometer atentados contra Israel. Si hace unas semanas Hezbolá pagaba unos 1.000 dólares mensuales a los que planifican ataques y reclutan suicidas, hoy la cifra ha ascendido a 20.000 dólares. Ayer, el periodista israelí Ben Caspit reveló en el diario Maariv que "fuentes de países árabes han avisado a Abu Mazen de que Hezbolá planea asesinarle para torpedear las negociaciones con Israel".
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