Guatemala anula el juicio contra 16 militares acusados de una matanza

La Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala (el máximo tribunal del país) ha ordenado anular el proceso judicial contra 16 militares acusados de la matanza de más de 300 personas en 1982, informó ayer una fuente judicial. Un portavoz del tribunal dijo que los magistrados fallaron en diciembre pasado a favor de cuatro de los militares procesados que solicitaron acogerse a la Ley de Reconciliación Nacional, aprobada en 1996 por el Parlamento. Más tarde,el tribunal ordenó suspender y dejar sin efecto el proceso judicial seguido desde 1994 contra los 16 militares y otorgar a todos los beneficios de la Ley de Reconciliación Nacional, acordada por el Gobierno y la antigua guerrilla.

La norma se estableció en el marco de la negociación de paz que puso fin a la guerra interna (1960-1996) y otorga amnistía a los militares y ex guerrilleros por los delitos cometidos durante el enfrentamiento. Sin embargo, la ley no exime de responsabilidad penal a los responsables de delitos de lesa humanidad, como matanzas colectivas, torturas y secuestros.

La Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA), que dirige la acusación en contra de los militares, rechazó el fallo del alto tribunal por considerar que la matanza de 1982 en la población de Las Dos Erres (Petén), en el norte del país, fue un delito de lesa humanidad. Según FAMDEGUA, en esa ocasión más de 80 miembros del Ejército asesinaron a balazos a unos 300 habitantes, cuyos cadáveres fueron lanzados a un pozo.

La resolución de la Corte de Constitucionalidad indica que el tribunal de primera instancia, que conoció el caso en 1996, cuando cobró vigencia dicha ley, debió consultar ante un tribunal superior antes de continuar con el proceso. En marzo de 1999, dos ex oficiales del Ejército, miembros del cuerpo de élite contrainsurgente Kaibil, que participaron en la matanza, declararon ante el tribunal cómo ocurrieron los hechos y dieron los nombres de los militares que los ordenaron. Ambos testigos huyeron después al extranjero, mientras que los 16 militares acusados por esta matanza se encuentran prófugos de la justicia desde entonces.