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ELECCIONES EN IRAK | El Kurdistán

El Kurdistán exhibe su gran despegue económico dentro de un Irak en crisis

Más de 1.300 empresas internacionales mantienen ya relaciones con los kurdos

Juan Carlos Sanz

Al llegar al Kurdistán desde Irak se sale del estado de emergencia para entrar en un Estado emergente. El aeropuerto internacional de Erbil, por donde acaban de regresar miles de kurdos de la ritual peregrinación del hadj a La Meca, los flamantes hoteles o los proyectos comerciales en marcha en la capital de la región parecen dar por bueno ese retruécano del semanario The Economist. Mientras en el resto del territorio iraquí, sobre todo en Bagdad y las provincias suníes, la violencia insurgente y las patrullas militares marcan el ritmo de la vida cotidiana, en las ciudades kurdas el tráfico se congestiona, los bazares rebosan de mercaderías y los nuevos negocios florecen.

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"Después de poner en marcha nuestra autonomía, en 1992, y de superar los bloqueos impuestos por Sadam y la ONU, la economía está empezando a recuperarse", asegura Abdulá Abdulrahim, viceministro de Economía del Gobierno regional del Kurdistán. "Más de 1.300 compañías internacionales mantienen relaciones comerciales con nosotros y un centenar de empresas extranjeras, turcas en su mayoría, se han instalado en la región", puntualiza el ministro en el complejo de edificios de Erbil que albergan al Parlamento y al Gobierno autónomos. "Con los resultados de estas elecciones en la mano, vamos a poder recuperar aquí todo el control, para que desaparezcan los actuales Gobiernos de Erbil y Suleymaniya", adelanta Abdulrahim, en relación a las Administraciones separadas que mantienen el Partido Democrático del Kurdistán y la Unión Patriótica del Kurdistán en el norte y el sur, respectivamente.

"Ésta es la única terminal aérea que está operando en todo Irak, la única que tiene seguridad absoluta", aseguraba orgulloso durante la jornada electoral del domingo Zaid Zwain, de 46 años, director de operaciones de vuelo del aeropuerto de Erbil. "Por primera vez en cerca de 15 años, más de 5.000 peregrinos han podido viajar desde el Kurdistán hasta Arabia Saudí durante el hadj ", precisaba. El Gobierno regional kurdo acaba de inaugurar una terminal provisional para vuelos chárter mientras construye una nueva pista de cuatro kilómetros de longitud y las instalaciones definitivas. Por ahora, las previsiones apuntan a que los vuelos regulares comenzarán dentro de dos meses con destino a los países escandinavos.

"He regresado para quedarme", explica Mustafá, de 43 años, refugiado en Suecia junto con su familia de nacionalistas kurdos perseguidos por el régimen de Sadam Husein. Empleado de una organización norteamericana de ayuda humanitaria en Erbil -"esto es mucho más satisfactorio para mí que volver a trabajar en una compañía sueca"-, asegura que los antiguos exiliados vuelven ahora "para ayudar a construir un nuevo país".

Acabar con la violencia

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Desde Turquía también ha retornado, tras el derrocamiento del régimen de Sadam Husein, Sabah Cihan, director general de un grupo de empresas que extiende su red por todo el Kurdistán y que acaba de establecerse también en Bagdad. "Si acabamos con la violencia, en este país seremos capaces de cualquier cosa", proclama Cihan en la flamante sede del primer concesionario de automóviles inaugurado en Irak desde la guerra del Golfo.

"Aquí vienen clientes desde Mosul, de Bagdad... yo soy kurdo y nacionalista, quiero libertad para el Kurdistán, pero creo que tenemos que mantener un mercado único en Irak", matiza, mientras observa con atención los espesos atascos del mediodía en Erbil. "La gente está harta de conducir coches de segunda mano europeos o de los países del Golfo... y en el Kurdistán, la mejora de la economía se nota ya en que nuestras ventas se han multiplicado por tres".

Muchos kurdos confiesan en privado que les gustaría cavar una profunda zanja para separarse del resto del país. Pero a pesar de que el omnipresente despliegue de sus milicias locales, los peshmergas, ha creado un clima de seguridad envidiable para otras regiones, el Kurdistán tampoco ha podido librarse de la violencia. Dos policías murieron ayer en Erbil al estallar una bomba trampa. Los agentes estaban inspeccionando una bolsa abandonada en las inmediaciones del estadio de fútbol, según informó la policía de Erbil, que relacionó inmediatamente la explosión con los ataques suicidas contra las sedes de los partidos kurdos, que causaron 78 muertos. Ayer se cumplió exactamente un año.

Un iraquí observa la portada de un periódico en un quiosco de Bagdad.
Un iraquí observa la portada de un periódico en un quiosco de Bagdad.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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