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Columna
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Ibarretxe y la relatividad

Todo es relativo. Paul Newman cumple 80 años y la Teoría de la Relatividad, cien. Por eso la frase de que todo es relativo se atribuye tanto a Sara Montiel como a cierto filósofo de apellido doble que vino a decir que eso de que todo era relativo ya lo había expuesto él antes. De ahí que no tenga nada de extraño que Permach pueda sostener que Batasuna ha tenido con el PSE unos contactos personales e indirectos. Porque Permach ha descubierto la cualidad cuántica del lenguaje: indirecto y personal serían lo mismo. Y quien dice Permach dice un PNV capaz de aborrecer la Constitución y aprovecharse de ella cuando lo considera necesario; ¿acaso la luz no es a la vez onda y partícula? Sabemos desde Einstein que la luz viene en unos paquetes llamados cuantos, de ahí que parezca de lo más apropiado que unos cuantos cojan el texto constitucional, lo retuerzan y le saquen partículas, quiero decir chispas. En una palabra, al PNV y a su Gobierno colateral le vienen mejor las teorías de Einstein que el cumpleaños de Paul Newman, un tipo que se ha limitado a protagonizar películas tan vulgares como Dos hombres y un destino -que suena demasiado a portazo propinado al alimón por Zapatero y Rajoy-, Camino a la perdición o El castañazo.

Animados por una física en la que sospechan que el espacio-tiempo significa que ambas magnitudes son una y la misma cosa sólo desean que el espacio vasco se produzca en el mismo momento en que lo conciben. Pero eso está muy lejos de la Teoría de la Relatividad. Más bien está al revés. En efecto, como lo más aproximado que hay a la instantaneidad es la velocidad de la luz, los nacionalistas se conformarían con lograr su patria a 300.000 Km/s, pero entonces Einstein les desmontaría la barraca ya que postuló que para quienes viajan a la velocidad de la luz (los parlamentarios del tripartito, pongamos por caso), el tiempo transcurre más lentamente. De ahí que no sepan qué hacer con el abismo temporal que se les ha abierto debajo de los pies. En un primer momento se apuntaron a la denuncia ante el Tribunal Constitucional para ver si poco antes de las elecciones autonómicas se producía el milagro de que la instancia judicial anulaba el Pleno del portazo al Plan para así tener calentita la injusticia cometida contra ellos y motivar en caliente a sus votantes. Si el TC no les da la razón siempre podrán decir que, en tanto que se trata de una instancia española, no resulta extraño que atente contra los derechos de los vascos (etc.) sobre su destino, con lo cual la injusticia vuelve a estar servida y las urnas calientes para sus propósitos.

También están barajando la posibilidad de adelantar las elecciones para conseguir el mismo efecto, puesto que unas elecciones celebradas a pie del portazo en el Parlamento español al plan, obtendrían los mejores réditos de la victimización. Sólo que parece que no hay fechas hábiles lo suficientemente cercanas para convocar elecciones, con lo que tendrán que jugárselo todo a la apuesta del TC, con la pega de que el TC podría pronunciarse una vez pasados los comicios, fastidiándoles el efecto injusticia. No resultaría extraño, pues, que tengan que presentarse a pelo, pero tampoco es moco de pavo, ya que contarán, como siempre, con la intoxicación y con toda una clientela temerosa de perderlo, así como con el factor miedo: ya se sabe, ese votar nacionalista para que a uno no le pase nada (al menos mientras exista una banda de asesinos llamada ETA).

Cuentan que un sabio de Oxford derrotó la Teoría de la Relatividad de la siguiente manera: hay palabras de uso común que expresan la genuina aprehensión de la mente, como entre los usos comunes de palabras como mayor que o relativo no existe nada que se parezca a lo que dice Einstein, la mente demuestra que el espacio es euclideo, por lo que la Teoría de la Relatividad es errónea. Y como se da la circunstancia de que los portazos también son euclideos, ¿no será mejor dar uno que recibirlo? Todo es relativo, menos Ibarretxe.

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