Nuevos fósiles de homínidos confirman que la evolución humana tuvo lugar en la sabana
Un equipo de paleontólogos de universidades estadounidenses (del que forma parte un científico español, Manuel Domínguez Rodrigo, de la Complutense de Madrid) ha realizado en Gona (Afar, Etiopía) un importante hallazgo de fósiles de Ardipithecus ramidus, considerado el homínido más antiguo. El descubrimiento, publicado en el último número de la revista Nature, confirma, según los especialistas, que la evolución humana se produjo desde el principio en un contexto de sabana y estuvo vinculada al bipedismo.
Los restos de Ardipithecus ramidus habían aparecido hasta ahora en zonas que en su tiempo fueron bosques. El nuevo hallazgo prueba, según recalcó a este diario desde Harvard Domínguez-Rodrigo, uno de los firmantes del artículo de Nature, que "no hay duda de que Ardipithecus ramidus es un homínido adaptado a la sabana".
Los restos descubiertos en los depósitos sedimentarios de As Duma, en Gona, cerca del río Awash, tienen 4,5 millones de años de antigüedad y corresponden al menos a nueve individuos. En su mayoría mandíbulas y dientes, la colección de fósiles incluye falanges de las manos y una de un pie. Dichas falanges muestran que A. ramidus, un ser por otro lado "terriblemente primitivo" y difícil de distinguir de un chimpancé, "era bípedo y no usaba las manos en la locomoción", recalca el científico español. Los restos dan más respaldo a la hipótesis de que el origen de que la bipedación y la hominización son procesos que van juntos.
El A. ramidus (simio de tierra raíz) fue presentado como un nuevo género y especie en 1994. Posteriormente, se identificó una forma más antigua, el Ardipithecus kadabba, que se remonta a casi seis millones de años, antigüedad similar a la del Orrorin tugenesis del altiplano de Kenia, cuya ubicación entre nuestros ancestros es muy debatida, como lo es la de Toumaï, el fósil hallado en el Chad y al que se atribuyen siete millones de años.
Domínguez Rodrigo forma parte de la mayoría que considera que los ardipitecos, con rasgos a la vez de simios y de australopitecos, son los homínidos más antiguos y tienen su origen justo en el momento en que las líneas evolutivas que conducen a los grandes monos actuales y los humanos se separan. Los primeros australopitecos, anamensis, surgen después, hace unos 4,2 millones de años, cuando se extinguen los ardipitecos. Más tarde, hace 3,8 o 3,9 millones de años, lo hacen los australopitecos afarensis, la especie de la célebre Lucy.
Domínguez Rodrigo, del Departamento de Prehistoria de la Complutense, es responsable de zooantropología y tafonomía en el equipo que trabaja en los yacimientos arqueológicos de Gona, cuya cronología abarca desde hace seis millones a hace 1,5 millones de años. Una de sus misiones es analizar las marcas en los huesos de animales fósiles para dilucidar la actividad de depredadores y carroñeros -entre ellos los propios homínidos-. "Soy la versión ibérica de Robert Blumenschine", apunta afablemente en referencia al gran especialista estadounidense en la materia. Como el investigador norteamericano, el español ha de llevar a cabo una labor "arriesgada y frustrante" en plena sabana que incluye acercarse peligrosamente a los leones. "De los restos que dejan obtenemos una información preciosa para aplicar a nuestros fósiles, aunque a veces vienen las hienas y se lo llevan todo", deplora este investigador.
El científico ha escrito en el prestigioso Journal of Human Evolution sobre el uso por los homínidos, hace 2,6 millones de años, de las primeras herramientas de piedra, para el descarnamiento de carroñas. Explica que el trabajo en Gona, aunque hay una cantidad de fósiles "para aburrir a cualquiera", es durísimo, con temperaturas tremendas que han llegado a los 58 grados centígrados. Y augura que en la zona van a realizarse muchísimos más hallazgos.
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