Garzón propone investigar a Otegi y procesa a 36 dirigentes de Batasuna
El juez les ve sometidos a ETA aunque ahora busquen el fin del "conflicto"
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó ayer el procesamiento de 36 dirigentes de Batasuna, entre los que figuran una veintena de miembros actuales y pasados de mesas nacionales, por delito de integración en la banda terrorista ETA. Garzón ha pedido al Tribunal Superior Vasco que investigue las conductas de cinco parlamentarios, entre ellos Arnaldo Otegi, Joseba Permach y el huido Josu Ternera en relación con los hechos.
En la parte dispositiva del auto de procesamiento, Garzón acuerda elevar al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del País Vasco una "exposición razonada" de la participación en los hechos de los parlamentarios vascos Arnaldo Otegi, José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, alias Josu Ternera (presunto número uno de ETA, en paradero desconocido, que perdió recientemente su condición de parlamentario aunque Garzón no ha recibido la notificación), Jon Salaberria y, Joseba Álvarez Forcada para que se investiguen sus conductas, dado que al ser aforados, el Tribunal Superior es el competente para procesarles. El juez ya dio parte al TSJ vasco sobre Permach el pasado 1 de noviembre, también a efectos de procesamiento.
Entre los 36 procesados figuran veteranos dirigentes y ex dirigentes de Herri Batasuna como Jon Idigoras, Floren Aoiz, José Luis Elkoro, Karmelo Landa, Adolfo Araiz, Juan Cruz Aldasoro, Mikel Arregui y Rufino Etxebarria, así como los ex parlamentarios vasco y navarro, respectivamente, Antton Morcillo y Santi Quiroga Astiz.
Garzón ha acordado citar a declarar a los 36 procesados el próximo 31 de enero, al tiempo que mantiene el embargo y administración judicial de las herriko tabernas, consideradas instrumento para la comisión del delito. El fiscal adscrito al caso, Juan Moral, había solicitado el procesamiento de 35 individuos, entre ellos José María Urquijo Borde, a quien Garzón no incluye en la resolución. En cambio sí decreta el procesamiento de Morcillo y Quiroga, puesto que han dejado de ser parlamentarios.
Asimismo, la citación a declarar no afecta al procesado Joseba Imanol Cortázar Pipaón, contra el que se ha decretado prisión provisional incondicional y se ha cursado una orden de detención europea (euroorden) a las autoridades francesas por estar en paradero desconocido.
En el auto de procesamiento, de 267 folios, Garzón explica que la propia estructura de Herri Batasuna-Euskal Herritarrok-Batasuna "se encuentra integrada en grupo terrorista dirigido por ETA, habiendo sido creada para complementar su acción terrorista y hacerla más eficaz".
Distribución de papeles
El juez precisa que en varios de los sumarios que ha instruido figuran integradas distintas estructuras, como HB-EH-Batasuna, en ETA-KAS-EKIN. Es decir, Kas-Ekin, como aparato político de ETA; Xaki, el aparato internacional; Jarrai-Haika-Segi como organizaciones juveniles; las Gestoras Pro Amnistía y las empresas Orain, Egin, Egin Irratia, Inprimategia, etcétera, y las herriko tabernas.
Las herriko tabernas, cuyo entramado es el objeto de este sumario, "fueron diseñadas, creadas, financiadas y dirigidas, a la vez que servían de nutrientes, en efecto retroalimentador, de la estructura militar, por la misma ETA, como parte integrante de ella". Sus dirigentes, que formaban parte de la mesa nacional y estructuras clandestinas, "han sido conscientes de esa subordinación y han aceptado la distribución de papeles en el desarrollo de la violencia, aunque ahora pretendan adoptar posiciones meramente nacionalistas que buscan el final del conflicto".
La resolución judicial señala como punto de inflexión en la trayectoria de la banda el atentado al Hipercor de Barcelona -en el que fueron asesinadas indiscriminadamente 21 personas- a partir del cual ETA precisa "dotar de un carácter pedagógico a la violencia terrorista".
En ese sentido, se emprendieron campañas como "Euskal Herria libre" o "Fuera de aquí", para presionar a jueces, fiscales y funcionarios de la Administración de Justicia, de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, periodistas, concejales, artistas y docentes universitarios.
Garzón cifra las víctimas de ETA en 838 personas asesinadas y 1.410 heridas entre 1988 y 2002.
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