Zapatero reclama que "las víctimas queden fuera del debate partidista"

José Luis Rodríguez Zapatero reclamó ayer que "las víctimas del terrorismo queden fuera del debate partidista", tras considerar "lamentables" las escenas vividas el sábado en la manifestación antiterrorista de Madrid, en la que fue agredido el ministro de Defensa, José Bono. El líder del PP, Mariano Rajoy, también condenó la agresión, aunque añadió que eso "no es nada comparado con lo que nos ocurrió a nosotros" el 13 de marzo.

Zapatero invocó en São Paulo, donde se encontraba en visita oficial, el Pacto por las Libertades, suscrito por el PSOE y el PP en diciembre de 2000, para recordar que "el terrorismo debe quedar fuera del debate partidista, y las víctimas del terrorismo aún más". La lacónica declaración, difundida por la Secretaría de Estado de Comunicación, no impidió la continuidad de la polémica partidista sobre los incidentes del sábado en la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, condenó con rotundidad, en declaraciones a la Cope, los incidentes que se produjeron con José Bono, y argumentó que los condenaba "porque yo también sufrí incidentes, y mucho mayores, a lo largo del último año y medio. En el Prestige, empapelaron mi casa en Galicia; el día de Reyes no me dejaron salir de un hotel. Porque yo lo he sufrido, me solidarizo con Bono. Y también me solidarizo porque nadie se solidarizó nunca conmigo cuando me pasaron esas cosas, ni con mi partido cuando nos ocurrió lo mismo. Condeno eso porque nadie condenó exactamente todo lo que acabo de señalar".

Rajoy recordó que el PP condenó los sucesos del pasado sábado poco después de que se produjeran. "Pero el [actual] presidente del Gobierno se negó en tres ocasiones consecutivas a condenar lo que pasó delante de la sede del PP" el 13 de marzo de 2004, la víspera de las elecciones generales, a pesar de que "ahí había muchos militantes del PSOE y algunos de ellos tuvieron que pasar por el juzgado", indicó. Tras señalar que "no ha pasado absolutamente nada", el presidente del PP hizo una reclamación: "Lo que pido, y creo que tengo derecho a ello, es justicia e igualdad de trato de las personas", de modo que "cuando a los demás nos pase lo mismo, se nos trate igual".

El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, estuvo más agresivo y espetó que Zapatero "está probando de su propia medicina", y mencionó como "muestra intolerable de doble rasero" que desde el PSOE se sugiera que "las agresiones contra Bono procedieron del PP". Zaplana también puso énfasis en que mientras él expresó a Bono su solidaridad dos horas después de los sucesos, el PSOE no hizo lo mismo con el PP tras las manifestaciones del 13 de marzo de 2004. El PSOE siempre ha respondido que no convocó dichas manifestaciones ni se se sumó como partido a las mismas.

Replicó a ambos el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien distinguió las manifestaciones del 13-M delante de las sedes del PP de la agresión sufrida por Bono. "No recuerdo ningún precedente de actos de violencia y agresiones cometidas en una manifestación convocada en favor de las víctimas del terrorismo", señaló el dirigente socialista.

Zaplana, en su intervención, recordó que el 12-M, en la manifestación contra el terrorismo realizada en Barcelona, el entonces ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el dirigente del PP catalán, Josep Piqué, fueron abucheados y obligados a abandonar la marcha. Rubalcaba precisó que Bono fue agredido, y Rato y Piqué fueron abucheados.

También destacó Rubalcaba que entre la gente que increpó a Bono había militantes del PP y, por ello, insistió a este partido en que "dé explicaciones de lo sucedido". Tras indicar que, a la vista de los datos disponibles "seguramente fueron señores del PP quienes gritaron ¡viva Acebes! en la manifestación", Rubalcaba resaltó que "no es razonable ni sensato convocar una manifestación para protestar contra los violentos y acabar comportándose como uno de ellos".