Inclán considera "difícil" sostener el nivel actual de la sanidad sin más dinero

El imparable incremento de la demanda de servicios sanitarios por la población amenaza con minar el sistema de sanidad si el Gobierno vasco no inyecta más dinero en él. El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, advirtió ayer en el Parlamento de que será "difícil" mantener el actual nivel de calidad de la red pública en los próximos años si no aumenta la financiación. El consejero se mostró convencido de que en el futuro la demanda seguirá creciendo debido al envejecimiento de la población, el avance de las tecnologías y de los medicamentos, las nuevas prestaciones y una mayor cultura social.

Inclán compareció ante la comisión de Sanidad a petición de la oposición, que alertó sobre el deterioro que está sufriendo la red pública. Esa percepción es consecuencia de la epidemia de gripe, que ha desbordado los grandes hospitales de la comunidad, la protesta que llevan a cabo los médicos en demanda de mejoras y de más inversiones, y las reivindicaciones del resto de trabajadores de la red, que han convocado huelgas en los hospitales desde febrero. "A la inestabilidad laboral, se ha sumado la mala gestión del departamento y unas inversiones que no están a la altura de lo necesario", reprochó el parlamentario del PP Ricardo Hueso.

Inclán le replicó recordándole que el sistema ha demostrado sobradamente su capacidad, aunque reconoció que los hospitales y centros de salud están atravesando un mal momento porque la epidemia de gripe está suponiendo una importante presión asistencial. "Todo da la sensación de estar más lleno", admitió.

La representante del PSE en la comisión, Blanca Roncal, hizo hincapié en la necesidad de invertir más dinero en sanidad, recurriendo a las posibilidades que ofrece el Concierto económico, y en la conveniencia de que los dirigentes de Osakidetza "abandonen su arrogancia" y dialoguen con los sindicatos. "Todos los días hay alguna queja", espetó al consejero. Inclán lamentó que hayan coincidido varias circunstancias negativas para transmitir una imagen de deterioro del sistema y rechazó que, "de repente y curiosamente en un año electoral, esto se haya convertido en un caos".

Inclán prometió la puesta en marcha de una carrera profesional para los médicos (una de las peticiones de los facultativos) y la estabilización de la plantilla, con la convocatoria de una oferta pública de empleo de 3.000 plazas, lo que permitirá que el 95% de la plantilla tenga la plaza en propiedad. Sin embargo, la oferta del consejero ha sido ya rechazada por los médicos y por el resto de sindicatos, que la consideran insuficiente.